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Las Ciudades Amigables con las personas Adultas Mayores

Las Ciudades Amigables con las Personas Adultas Mayores 

Ya hemos conversado en algunas ocasiones, en esta misma columna lo que es el Envejecimiento Saludable y Envejecimiento Activo; el primero relacionado al nivel de independencia funcional para desarrollarse dentro de su casa y su comunidad de manera libre e independiente y el segundo, el Envejecimiento Activo, como la oportunidad que tiene el adulto mayor de participar activamente en la comunidad como un miembro más de ella con voz y voto, que su opinión sea escuchada y su participación sea reconocida.

Pero para que pueda darse el Envejecimiento Saludable y el Envejecimiento Activo de manera adecuada, cualquier persona y especialmente la persona adulta mayor debe de desarrollarse en un ambiente apropiado idóneo para vivir y lograr la mayor participación del adulto mayor.

Por lo tanto, es obligación de los gobiernos, ya sean estos; centrales o regionales, incluidos los municipales, esforzarse para que la comunidad en donde vive la persona adulta mayor sea amigable y saludable para que pueda vivir dignamente, adecuando y adaptando el entorno social y la infraestructura arquitectónica a las necesidades del adulto mayor. Las ciudades y comunidades amigables con las personas mayores fomentan el envejecimiento activo y saludable favoreciendo a las personas mayores: el envejecer de un modo seguro; donde no sufran situaciones de pobreza; seguir creciendo y desarrollándose en lo personal.

En el año 2007 la OMS, Organización Mundial de la Salud, publicó una Guía la “Global Age-friendlyCities, A Guide” en donde se resumen los requisitos que se necesita para considerar a una ciudad como ciudad amigable con las personas adultas mayores.

Resumiendo la Guía de la OMS, entrelos requisitos que se requieren para considerar una ciudad como amigable son:

Tener espacios libres, con bosques o parques en donde el adulto mayor pueda gozar de aire fresco y sano.

Transporte público adaptado a las necesidades del Adulto Mayor.

Viviendas adaptadas con rampas y elevadores, ambientes ventilados, iluminados y sin pisos resbaladizos .

Participación social.

Respeto e integración social

Participación cívica y empleo.

Comunicación e información.

Apoyo de la comunidad y servicios de salud.

Así mismo, la OMS ha creado la Red Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Adultas mayores en donde, se establecerán relaciones entre las ciudades participantes, intercambio de información entre ellas, sobre todo las que han tenido practicas exitosas, cooperación con apoyo técnico y capacitación y el fomento de intervenciones apropiadas y sostenibles.

En la actualidad ya existen algunas ciudades que han calificado como Ciudades amigables con el adulto mayor y esa distinción se lo otorga la OMS, luego de un proceso de evaluación (la ciudad o distrito debe de postular y calificar). Luego que es considerado como una “ciudad amigable con la persona adulta mayor” puede entrar a la red y gozar de los beneficios, el mantener dicho estado es primordial pues lo puede perder.

Se vienen las elecciones municipales, en nuestro país, ya hay una gran cantidad de postulantes para la alcaldía de Lima y de todos los distritos, muchos candidatos son personas preparadas, otros oportunistas con buena o mala intención. Lo cierto es que quienes salgan favorecidos y beneficiados del voto popular se acuerden del adulto mayor. Recordar que el adulto mayor ya representa el 10% de la población total de nuestro país y la tendencia sigue creciendo. Así como se pensó alguna vez en parques y zonas de recreación para los niños, (sin quitarles ningún beneficio a los niños), sugiero que vayan pensando en parques y zonas adecuadas para el adulto mayor en donde puedan gozar del aire libre y practicar alguna actividad ya sea de manera grupal o individual, dependiendo de su estado funcional. Algunos podrán ir solos y otros en sillas de ruedas llevados por otra persona, pero todos gozarán del ambiente natural. Hagamos de nuestra ciudad una ciudad amigable para el adulto mayor

Ahora los dejo, me voy a una clase de taichi con un grupo de adultos mayores que me han invitado a entrenar con ellos en un parque muy bonito, espero no caerme. Hasta Pronto y gracias.

El Adulto Mayor y el Día del Trabajador

El Adulto Mayor y el Día del Trabajador

Esta semana que ha terminado, se celebró en todo el mundo el Día Internacional de los Trabajadores, en homenaje a los mártires que fueron asesinados un 1 de Mayo de 1886 en la ciudad de Chicago Estados Unidos.

Simplemente reclamaban un trato justo para el trabajador, mejores condiciones de trabajo, entre ellas la jornada de ocho horas. Gracias a esos mártires ahora gozamos de algunos privilegios laborales y las condiciones laborales actuales son más justas, como la jornada de ocho horas, vacaciones, acceso a la seguridad social y luego de unos treinta a cuarenta años de trabajo continuado al cumplir los 65 años el trabajador tiene derecho a la jubilación recibiendo un pago mensual (muy pequeño lamentablemente) y acceso a la atención médica a través del Seguro Social.

En nuestro país lamentablemente no todos gozan de estos beneficios, muchas personas trabajan más de ochos horas al día, no tienen vacaciones, no tienen Seguro Social y no gozarán de un sistema de pensiones para cuando se jubilen.

En el Perú existen dos sistemas de pensiones (tema que abordaremos en un futuro muy próximo) que son el Sistema Nacional de Pensiones y el Sistema Privado de Pensiones, pero ambos relacionado a aquellas personas que durante su etapa laboral cotizaron de manera constante a cualquiera de ambos sistemas, para que llegado el día de su jubilación puedan acceder a una renta mensual que como ya se ha mencionado no cubre los gastos mínimos, pero algo es algo ya que de alguna manera reciben un aporte.

El gran problema es con aquellas personas adultas mayores que trabajaron durante toda su vida de manera legal y decente, pero que por ignorancia o cualquier otra circunstancia no pudieron aportar a cualquiera de los sistemas de pensiones por lo tanto ahora que se encuentran en la etapa de la adultez mayor no cuentan con una pensión para poder sobrevivir.

Estos adultos mayores que no reciben ninguna renta mensual y que no tienen el apoyo de sus familiares (en muchos casos sus familiares se apoyan en ellos) tienen que trabajar, a edades en la que ya deberían de estar descansando. De ahí que muchas veces vemos en muchos lugares a adultos mayores trabajando como vigilantes, taxistas o de vendedores.

Ahora bien, si el adulto mayor de manera voluntaria luego de jubilarse aún se siente con fuerzas y energías para poder continuar trabajando en buena hora. De acuerdo a la Ley peruana la edad de jubilación es a los 65 años y en algunas instituciones se le permite a la persona continuar trabajando hasta los 70 si lo desea, para pueda continuar recibiendo un mejor sueldo. La mayoría de los que continúan trabajando no lo hacen porque deseen trabajar sino porque les van a reducir de manera dramática su sueldo, así que por lo menos tendrán unos cinco años de mejores pensiones. Y a nivel docente se amplió hasta los 75 para aquellos profesores que aun deseen continuar enseñando y brindando sus conocimientos pero sobre todo su experiencia (las cosas que no están en los libros, sino en la universidad de la vida) a los más jóvenes ávidos de aprender.

El gobierno anterior creó un programa Pensión 65 (tomado de la experiencia de otros países)para aquellos adultos mayores en edad de jubilación que no recibían ningún tipo de ingreso y el cual debían de acreditarlo, para que lo pudiera recibir, pero que era o es casi una propina.

Estos adultos mayores que incluso no tienen una pensión y continúan trabajando de manera informal, tampoco cuentan con acceso a la salud en la Seguridad Social porque no son aportantes al sistema, a pesar que la salud es un Derecho Humano, quedándoles el sistema del SIS que es el Seguro Integral de Salud del Ministerio de Salud (MINSA); que como sabemos es un sistema que funciona a medias no cubriendo todas las enfermedades del Adulto Mayor.

Se deben de mejorar las condiciones de vida del adulto mayor, pues pertenece al grupo de poblaciones vulnerables por lo que debería de recibir protección y trato especial por parte de la sociedad y del estado y que en nuestro país sucede todo lo contrario, son discriminados y marginados.

En nombre del Diario UNO y el mío propio deseo rendir un tributo y reconocimiento a todos los trabajadores del país y en especial a los Adultos Mayores que aún continúan trabajando parar llevar un pan para comer a sus familias.

 

Las Casas de Reposo

Las Casas de Reposo

Un tema muy controversial

 

Antiguamente eran regentados por los sacerdotes y monjas, como un acto de caridad con el anciano desamparado, para aquellos que no tenían un techo donde dormir y ni un pan que llevarse a la boca, eran llamados “asilo de ancianos” (asilo del latín “asilos” que significa refugio), posteriormente fueron denominados hospicios, relacionados a los ancianos moribundos.

Conforme fueron progresando las sociedades, estos asilos dejaron de pertenecer a los curas y pasaron a formar parte del Estado y se denominaron “centros de beneficencia”.

De acuerdo a las Naciones Unidas “la Salud es un Derecho Humano inalienable y no negociable, al que todas las personas deberían de acceder” y por otra parte, los adultos mayores son considerados “población vulnerable”, por lo que requeriría del cuidado y protección tanto por el Estado como por la Sociedad, aunque en nuestra sociedad se observa todo lo contrario.

Actualmente se vive mucho más, aumentando dramáticamente el número de adultos mayores, muchos de ellos en situación de discapacidad o dependencia y por otro lado, las familias se han reducido en número, así mismo el rol de la mujer en la sociedad ha cambiado y ya no se queda en la casa a cuidar de los padres sino que tiene sus propios trabajos y profesiones.

De tal manera que al disminuir el número de hijos, al haber cambios en el rol de la mujer dentro de la sociedad y por otro lado el aumento de la esperanza de vida pero con un aumento de la enfermedad crónica, con ancianos con discapacidad o dependencia que requiere del cuidado permanente de otra persona, de tal manera que no pueden quedarse solos en casa, crea la necesidad de un lugar donde permanecer, surgiendo de una manera casi explosiva las casas de reposo o centros geriátricos.

En el Perú las casas de reposo son negocios familiares y como todo negocio el objetivo es obtener una ganancia económica. Existe en la actualidad una normativa por parte del Ministerio de la Mujer y Población Vulnerable (DECRETO SUPREMO Nº 009-2010-MIMDES) en donde dan una serie de Normas para el adecuado funcionamiento y la obtención de la licencia de funcionamiento de estos centros.

Las casas de reposo en la actualidad son un mal necesario, puesto que lo ideal es que el familiar adulto mayor viva y finalmente fallezca en su domicilio, las circunstancias en algunas situaciones obligan a llevar a nuestros familiares a estos centros privados. Lo ideal es contratar a un cuidador para que lo atienda en la casa mientras los hijos trabajan o viven fuera de la ciudad o en general tienen sus propios problemas. Por esa razón no debemos de juzgar a un hijo que lleva a su familiar a una casa de reposo, pues cada uno tiene sus propios problemas y estoy seguro que para haber tomado una decisión como ésta, lo han debido de pensar muchas veces.

Recomendaciones para elegir una casa de reposo

1. Que quede cerca al domicilio, para acudir de manea regular a visitar a nuestros familiares y por otro lado estar atentos a cualquier emergencia. Es un tabú creer que una casa fuera de la ciudad como en Chosica o Cieneguilla es mejor, para que le dé el sol; pues la lejanía hará que no vayamos a visitar a nuestros padres.

2. Que tenga licencia de funcionamiento, la formalidad en este tipo de instituciones privadas es fundamental. Se supone que para que el Estado le haya otorgado la licencia de funcionamiento, ha pasado un control de calidad, por el Ministerio de la Mujer, el municipio del distrito en donde queda ubicada y por Defensa Civil.

3. Que tenga un médico responsable, que no necesariamente esté de manera permanente todo el tiempo las 24 horas pero sí que conozca a los ancianos residentes.

4. Que cuente con una enfermera licenciada para la administración diaria de las medicinas.

5. Que haya limpieza y buena higiene.

6. Que cuente con personal interdisciplinario, terapeutas físico, ocupacionales, psicólogos, nutricionista etc.

7. Que tenga puertas abiertas para visitas, algunas casas de reposo no dejan que acudan a visitar a su paciente, argumentando que no es hora de visita.

8. Que cuente con personal empático con el adulto mayor.

9. Que ofrezcan una buena dieta balanceada.

10. Que sea asequible económicamente.

Bueno ahora me voy a visitar a mi tía Juanita y voy a llevarle un bizcocho a la casa de reposo.

Dr. Carlos Sandoval Cáceres

Médico Geriatra

 

La Semana Santa y el Adulto Mayor

La Semana Santa y el Adulto Mayor

El domingo pasado, comenzó la Semana Santa con el Domingo de Ramos según la tradición de la Iglesia Católica, (que de paso marca el fin de la cuaresma que comenzó el miércoles de ceniza) y que representa la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde es recibido con grandes vítores y exclamaciones por parte del pueblo, y según la misma tradición, la gente aclamaba: “bendito el que viene en nombre del Señor” “Hosanna en las alturas”

Posteriormente llega el Jueves Santo en donde se recuerda la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, y en donde el propio Jesús vaticina que será traicionado por uno de ellos, ese jueves, él bendice los panes y el vino, así mismo se recuerda el lavatorio de los pies a los apóstoles, el cual es recordado con el lavatorio de los pies a algunos ancianos del pueblo realizado generalmente por el obispo de la ciudad o el párroco de la iglesia.

En muchas ciudades según la tradición católica, se recorren las siete iglesias y generalmente se realiza a pie, pues el Perú se caracteriza por tener muchas hermosas iglesias una cerca a otras de manera que se pueden recorrer las siete iglesias a pie, tanto en Lima como en las muchas provincias de nuestro país, siendo la Semana Santa de Ayacucho la más famosa de todas porque allá se celebra con mucha devoción y porque también es una ciudad famosa por la gran cantidad de iglesias.

Otra tradición importante es que ese mismo Jueves Santo se realiza el ayuno, algunas personas lo realizan durante todo el día, y otros no desayunan pero si almuerzan y cenan.

Pero un dato muy importante es que ese Jueves Santo se realiza la bendición del aceite de oliva por el obispo, el cual será utilizado para ungir a los creyentes que lo requieran durante todo el año. El Jueves Santo se realiza la Unción de los enfermos, que es el actual sacramento que reemplazó al sacramento de la Extrema Unción (última unción) que era aplicado a los moribundos o agonizantes; actualmente no hay que estar en la etapa final de la vida para recibir los santos óleos, basta con ser anciano o estar enfermo y el sacerdote le puede ungir el óleo, en cualquier momento del año.

El Viernes Santo se recuerda la pasión (Vía Crucis) y muerte de Jesucristo a manos de los soldados romanos. Finalmente el Domingo de Resurrección que representa la resurrección de Jesús de entre los muertos para ir a los cielos.

Esta tradición es de acuerdo a la fe católica, pero es una fecha con muchas tradiciones según las costumbres de cada pueblo, en algunos pueblos europeos se repartía huevos frescos, que luego se convirtieron (con un uso comercial) en huevos de chocolates para beneplácito de los niños.

Si bien es cierto es una fecha de guardar y en muchos países son fechas festivas y feriados no laborales, (países predominantemente católicos). Según me contaban mis abuelos, y mis pacientes, la Semana Santa era una “fecha de guardar”, había mucha devoción durante esos días, incluso en algunos países las mujeres vestían de negro en señal de luto, por la muerte de Jesús, no se oía música y en las radios solo pasaban música clásica o música sacra en especial cantos gregorianos. Los niños no podían salir a la calle a jugar fútbol y mucho menos se iba a la playa (decían que si te metías al mar te podrías convertir en pescado o sirena). También no se hacía limpieza, no se lavaba ropa y se tendía la cama, se comía pescado en señal de humildad porque por un lado Jesús fue pescador y porque el pescado era una comida barata y asequible al pueblo. Una tradición muy popular era ver las famosas películas de Semana Santa, como “Los Diez Mandamientos”, “Ben Hur” y “El manto sagrado” que los pasaban todos los años y que todos los hemos visto varias veces cada Semana Santa.

Hoy en día esas tradiciones se han perdido o tienden a desaparecer, si bien es cierto algunos continúan y mantienen la tradición de oír misa, recorrer iglesias, practicar ayunos, etc, otras personas toman a la Semana Santa como un feriado largo y una oportunidad para beber y divertirse, es más a manera de sorna y desparpajo, algunas personas se atreven a llamar a esta celebración tan importante como la “Semana tranca” porque se bebe mucho licor. Basta con ver el litoral playero y ver la cantidad de carpas, y autos tipo casa rodante estacionados en las playas en donde la gente se baña, escucha música de todo tipo y a todo volumen y beben mucho alcohol.

Los adultos mayores son las personas que aún mantienen viva la tradición de la Semana Santa, y muchos de ellos se escandalizan con lo que actualmente se ve en estas celebraciones.

En lo personal no soy mucho de ir a escuchar misa ni a golpearme el pecho, pero soy muy respetuoso de los diferentes credos y creencias de mis conciudadanos.

RECOMENDACIONES 
Si van a ir de campamento o de viaje no dejen solos a los adultos mayores y si algún adulto mayor saldrá a recorrer iglesias o oír misa, tengan mucho cuidado en que no se vayan a extraviar, que les coloquen un cartelito con su identificación. Eviten las multitudes y los tumultos para que no se apretujen o incluso asfixien, se confundan o se caigan al piso.

A todos los creyentes y lectores del Diario UNO, les deseo una Feliz Pascua de Resurrección y sigan siempre el bueno ejemplo de nuestros adultos mayores.

Ahora los dejo, me voy a ver Ben Hur por enésima vez. 

 

De setenta a setenta y cinco años Se modifico la Ley Universitaria

De setenta a setenta y cinco años, a propósito de la modificación de la Ley Universitaria que jubilaba a los maestros universitarios a los setenta años, hoy podemos gozar de su sabiduría unos años mas.

El Dr. Pedro era un médico muy prestigioso, que ocupó diferentes cargos en su vida profesional, llegó a ser el Jefe del Servicio en el hospital donde trabajó, luego ocupó el cargo de director del mismo hospital y posteriormente llegó a ser el Decano del Colegio Médico del Perú. Fue un médico respetado y admirado por todos, por compañeros de trabajo, colegas, enfermeras y todo el equipo de salud, pacientes y sus familiares. Si bien es cierto desempeñó con ganas y esmero su profesión con sus pacientes su pasión y lo que más le gustaba era la docencia universitaria. Nunca faltaba a clases, tanto las teóricas como las de prácticas. Nos llamaba a todos sus alumnos por su nombre y nos daba consejos no solo de medicina sino de la vida misma.

Recuerdo que en la cúspide de su carrera y siendo Decano del Colegio Médico del Perú nunca dejó de ir al hospital para cumplir con sus clases prácticas de medicina, a pesar del importante cargo que desempeñaba, nunca pidió licencia y cumplió a cabalidad todas sus clases programadas.

Don Pedro como todos lo llamábamos con gran respeto, cuando cumplió los setenta años, se jubiló tanto del hospital como de la universidad. Desde ese día comenzó su verdadero envejecimiento, don Pedro perdió el apetito, entró en una gran depresión y bajó de peso y su estado general se vino en detrimento, su personalidad en general comenzó a decaer.

Tuve la suerte de haber estudiado medicina en la mejor universidad del país, en la que no pagué un solo sol y recibí una educación de primera y tuve el honor de haber sido alumno de grandes maestros, muchos de ellos pasaban los sesenta y setenta años, Maestros y Hombres de primera línea dignos de admiración que enseñaban no solo lo que está en los libros sino que enseñaban lo más importante que puede esperar un alumno, lo que no se encuentra en los libros, que es la experiencia.

Siempre he comentado que el envejecimiento es un proceso heterogéneo y que no todas las personas envejecen de la misma manera, algunos llegan a los setenta años de manera independientes con alguna enfermedad crónica recibiendo sus medicinas y controlando sus molestia de manera regular (envejecimiento usual), otros llegan a los setenta en pésimas condiciones funcionales, llegan amputados, ciegos, en diálisis etc, (envejecimiento patológico) y otras personas llegan a los setenta años en excelentes condiciones físicas y mentales, llegan independientes, conduciendo autos, despertándose a las 6 am y acostándose muy tarde, trabajando todo el día en diferentes lugares y atendiendo a su hogar (el envejecimiento exitoso)

Entonces si una persona llega en buenas condiciones físicas y mentales y sobre todo con ganas de continuar trabajando, en especial enseñando en la universidad por qué y cuál es la razón de discriminarlo por la edad.

Luego de una presión realizada a todo nivel, tanto en las aulas universitarias, gracias a los medios en donde se exigía una modificación de la Ley Universitaria que automáticamente separaba de sus aulas a las personas que cumplían los setenta años, el 23 de noviembre del año pasado se modificó el artículo 84 de la Ley 30220, Ley Universitaria, en donde se amplía la edad máxima para poder ejercer la docencia universitaria a setenta y cinco años.

Me parece un hecho de justicia, muchas personas adultas mayores desean continuar enseñando en la universidad y compartiendo sus conocimientos y sus experiencias. Grandes maestros nos manifestaban que el acto de enseñar los mantenían activos como personas sino que además les permitían continuar aprendiendo día a día de manera constante, tanto de los últimos conocimientos como también de sus alumnos pues la enseñanza siempre ha sido bidireccional.

Hoy en día se cuentan con tecnologías impensables hace algunos años, como los teléfonos celulares inteligentes en donde desde cualquier lugar uno puede entrar a los buscadores tanto los generales como el Google o buscadores más especializados y nos permiten obtener la última y más actualizada información. Ya pasó la época de cargar los grandes tratados de medicina, que eran libros enciclopédicos muy grandes, hoy en una memoria USB podemos tener 100 tratados (libros) juntos.

En el caso de la medicina a pesar de los nuevos conocimientos y las nuevas tecnologías, a pesar de contar con nuevas y modernas herramientas, la medicina nunca dejará de ser una profesión humanística en donde el médico trabaja con un ser humano doliente, con familiares dolientes, que sufren y se preocupan por sus enfermos. Trabajamos con seres humanos que sufren la enfermedad de ellos y la de sus seres queridos. Y ninguna tecnología podrá enseñar esos grandes conocimientos que nos enseñaron y dejaron con su ejemplo nuestros maestros.

Desde esta columna quiero brindar y manifestar mi homenaje y reconocimiento a mis maestros Sanmarquinos muchos de ellos fueron adultos mayores comprometidos con una causa común, que es la salud del pueblo, a todos ellos muchas gracias queridos maestros.

El paciente con Alzheimer. A proposito del extravio de un periodista muy reconocido con esta enfermedad

Estuvimos invitado al Canal 9 al programa ATV + y conversamos sobre la Enfermedad de Alzheimer a proposito del caso de un destacado periodista que salio solo a la calle y se extravio. Gracias a Dios fue encotrado sano y salvo

 

La Navidad y el Adulto Mayor

La palabra Navidad viene del latín Nativitas y significa nacimiento. Y esta fecha importante no solo la celebran los cristianos de todo el mundo, ya sean Católicos, Protestantes u Ortodoxos, pues las tres religiones celebran el nacimiento de Cristo, sino que, es una fecha celebrada por diferentes culturas a lo largo de la historia de la humanidad, pues coincide con el cambio de la primavera al verano en el hemisferio sur, como es nuestro caso en el Perú o el paso del otoño al invierno como es en el hemisferio norte, de ahí la costumbre de colocar pinos rodeados de nieve, renos que viven en el polo norte etc. Los romanos celebraban el nacimiento del Sol Invictus (el sol invencible), justo el 25 de diciembre pues ellos adoraban al sol, así como también lo adoraban nuestros antiguos antepasados, los Incas.

Lo importante de todo, independiente de la religión o cultura que tengan, la Navidad es una fecha muy importante que además de celebrar el nacimiento del Niño Jesús, es una fecha de unión familiar.

La Navidad se viene celebrando desde inicio del mes, con la colocación cada domingo de las velas del adviento y en muchos colegios, oficinas, clubes se van realizando actuaciones, intercambios de regalos, y en general cualquier tipo de compartir entre amigos.

Lamentablemente esta fecha importante de unión familiar se va volviendo cada día más materialista, y la gente piensa más en los regalos materiales y costosos, que el momento de compartir en general.

Algunas almas caritativas, con el fin de continuar compartiendo, realizan de manera voluntaria, chocolatadas y entrega de regalos a los niños con menos recursos, llevándoles una tarde de alegría, con música, regalos, panetón y chocolate (a pesar del calor de diciembre, el chocolate se sirve caliente continuando la tradición).

Los Grandes Olvidados 
Este año, he tenido la ocasión de colaborar, con muchas personas, dando mi cuota para los regalos, chocolatadas y entrega de regalos para niños pobres. Esta vez quisiera expresar mi malestar, debido a que todas estas actividades van dirigida a los niños y ninguna a los adultos mayores que viven en casas de reposo (asilos), y que esperan un momento de alegría y un compartir.

Así como los niños y adultos jóvenes disfrutan de la Navidad, los adultos mayores también la viven y la disfrutan, y de repente con más ganas, pues debido a su estado de soledad, es una ocasión y oportunidad para poder verse con sus amigos y seres queridos. En esta etapa de su vida, al adulto mayor ya no le interesa los regalos materiales, el bien que más aprecian es el tiempo y el poder compartir con sus seres queridos un momento especial con ellos, un beso, un abrazo, una caricia tierna. Y dentro de ese tiempo más calidad que cantidad, porque de nada vale meterse al cuarto del abuelo con un celular y ponerse a navegar y chatear sin tomarle la debida dedicación.

En muchas casas (menos mal que la minoría) a los adultos mayores los acuestan temprano para que “no estorben” y poder dar espacio a los niños, y jóvenes de la casa.

Les propongo a todas aquellas personas que comparten la Navidad con los niños pobres, que de 4 chocolatadas que organicen, una se la ofrezcan a los Adultos Mayores, ellos no solo se los van a agradecer sino que las personas que ofrezcan la chocolatada se sentirán muy felices de poder compartir la sonrisa, muchas veces sin dentadura, pero sincera y pura de un Adulto Mayor. El poder ver sonreír de agradecimiento y felicidad a un Adulto Mayor no tiene precio material, pero vale mucho espiritualmente

Indignación
No hace muchos días me indigné con el hijo de una paciente que tenía internada en el hospital en donde trabajo y quien me pidió que por favor, no le diese el alta médica a su madre tan pronto, que ya estaba repuesta del mal por el que estuvo hospitalizada, hasta que pasara la Navidad, ya que su casa era chica e iban a recibir a primos y sobrinos. Ya se imaginan la cara de indignación y rabia que le puse al hijo de ésta paciente que de paso estaba lúcida e ilusionada porque ya se había recuperado de su mal y deseaba regresar lo más pronto posible a su casa, para celebrar la navidad con toda su familia y en especial con sus nietos pequeños. Prácticamente le canté su vida entera al hijo de mi paciente y le dije que, así como él trataba a su madre, sus hijos lo iban a tratar a él, cuando tenga la edad y las enfermedades de su madre, pues los hijos son modelo de la conducta de sus padres.

Para muchas personas, los ancianos, son seres de estorbo en la casa, son individuos que quitan tiempo, espacio y recursos y que son seres lentos, torpes y olvidadizos, y luego nos preguntamos:¿acaso estas personas piensan que nunca van a envejecer y enfermarse?; este año regala tiempo de tu tiempo al adulto mayor, interésate, brinda afecto y comprensión; se tolerante, ten paciencia, ponte en sus zapatos, verás que una sonrisa lo vale todo, una sonrisa amable es motivadora, esperanzadora, y brinda alegría.

FELIZ NAVIDAD 
En nombre de la familia del Diario UNO y mío en particular quiero desearles a todas las familias peruanas y en especial a los Adultos Mayores una Feliz Navidad. Que el espíritu de la Navidad bañe con su gracia divina a todos los hogares peruanos y reine la paz y la armonía en todos los corazones.

Dr. Carlos Sandoval Cáceres

consultas@zonageriatrica.com

El dolor no es una situación normal en el Adulto Mayor

Una anécdota muy conocida le ocurrió a un médico, que atendía a un paciente de 85 años, quien consultaba por un dolor en la rodilla derecha. El médico le dijo qué podría esperar a los 85 años, que era normal que a los 85 años le doliera la rodilla derecha. El paciente un poco enojado y decepcionado le dijo, que su rodilla izquierda también tenía 85 años y no le dolía.
Existen una serie de problemas muy frecuentes y comunes que se van a presentar en los adultos mayores y debido a su frecuencia muchas veces son confundidos como procesos normales propios del envejecimiento, con el cual debemos de cargar sin hacer nada, pues es “parte del envejecimiento”.
A estas situaciones frecuentes se les conoce como los Síndromes Geriátricos. Existen varios síndromes geriátricos como las caídas, la incontinencia urinaria, el inmovilismo, las demencias (los olvidos que se incrementan con el tiempo) que son muy frecuentes en el adulto mayor y que al ser frecuentes se les suele considerar como “algo normal”, tanto por la sociedad, el propio paciente confundido e incluso por algunos médicos (como el médico del caso anecdótico). Uno de los síndromes geriátricos muy frecuentes es el dolor.
El dolor es una sensación subjetiva y desagradable que experimenta la persona, producto de una agresión (injuria o daño) que podría ser mecánica, química, inflamatoria, etc. El dolor es una situación muy personal e individual, cada uno experimenta esa experiencia de manera particular, algunas personas tienen una mayor resistencia al dolor que otras, unos pueden tener el mismo dolor durante varias horas o días mientras que otra persona con ese mismo dolor ya se hubiera desmayado o chocado, pues se ha reportado casos de desmayos y choques (shock) por dolor.
Debemos de dejar claro que el dolor NO es una consecuencia normal del proceso del envejecimiento, incluso no es normal en ninguna etapa de la vida, el dolor responde a una agresión hacia el organismo y que éste nos lo comunica e interpreta con dolor, que es un mecanismo de defensa y huida para evitar esta situación.
Cuando un anciano te dice que le duele es porque le duele.
Debemos de prestar mucha atención a los síntomas y lo que nos manifiestan nuestros adultos mayores, muchas veces se les trata como a muchachos caprichosos que se quejan de todo y por todo mientras que la realidad es otra, o se les dice que “son los achaques propios de la vejez”.
Si un anciano refiere que le duele alguna parte de su cuerpo, esa información hay que tomarla muy en serio y creerle y nunca pensar que el dolor es parte normal del envejecimiento. Hay que averiguar e investigar la causa del dolor, es decir, el origen de ese dolor. Para esto se debe de aplicar la semiología del dolor, la ubicación, la irradiación, el tipo de dolor (ardor, retorcijón, punzada, quemazón, etc.), preguntar qué condiciones y situaciones aumentan el dolor: como el movilizarse, respirar, toser y cuales lo disminuyen como el reposo, o el movimiento.
EXISTEN VARIOS TIPOS DE DOLOR
Existen varias clasificaciones para determinar el tipo de dolor, algunos lo clasifican si es un dolor superficial o profundo. Otro tipo si es agudo (de pocas horas o días de evolución) o crónico de varios días, semanas y meses de evolución y finalmente de acuerdo a la estructura comprometida, si es la articulación (generalmente en las artritis y artrosis), en los nervios periféricos (dolor neuropático), o de alguna víscera hueca (generalmente los cólicos intestinales).
De tal manera que cuando un adulto mayor se queja de dolor, hay que definir de qué tipo de dolor se trata y definir su localización y características, ya que el tratamiento que va a recibir el enfermo es diferente de acuerdo al tipo del dolor.
Generalmente los dolores de tipo inflamatorio como la artrosis o la artritis suelen responder bien a los antiinflamatorios, los dolores neuropáticos, como las neuropatías diabéticas o post herpética (secuela de haber presentado herpes zoster) suelen responder bien a los antiepilépticos del tipo Gabapentina o Pregabalina y los dolores de víscera hueca, responden bien a los antiespasmódicos.
Cuando el dolor se hace crónico muchas veces el tratamiento farmacológico es muy complicado, pues los medicamentos no suelen responder como se espera y además algunos de ellos como los antinflamatorios administrados de manera crónica y en dosis elevadas, podrían ocasionar cuadros de gastritis, úlceras gástricas y hemorragias digestivas, etc.
Los medicamentos no son los únicos tratamientos disponibles
Para el tratamiento del dolor crónico y en especial si se trata de un adulto mayor, existen algunas alternativas con demostrada experiencia, entre ellas, las terapias farmacológicas y las terapias no farmacológicas. De las primeras ya se comentó, dentro de las segundas podemos contar con la fisioterapia (terapia física) y los agentes físicos como la parafina, el ultrasonido, electricidad y los ejercicios programados de acuerdo al tipo de dolor. La acupuntura en manos expertas y entrenadas ha manifestado buenos resultados, hay métodos de relajación y meditación.
No todos los medicamentos se aplican en tabletas o inyecciones, ahora los hay en parches, cremas, ungüentos, lociones y frotaciones. Dentro de la medicina tradicional peruana existen algunos emplastos de hojas de yantén, coca, muña etc.
MITOS CONTRA LA MORFINA Y DERIVADOS
La morfina es un analgésico conocido desde hace muchos años y deriva del opio, de ahí que se incluye en el grupo de medicamentos opiáceos y antiguamente fue usado para calmar el dolor, pero uno de sus efectos colaterales era que podía ocasionar dependencia, de ahí que es un fármaco al cual se le tiene muchos prejuicios y se tejen mitos e historias alrededor de él.
Si no hay respuesta positiva al tratamiento analgésico convencional, no debemos de dudar en administrar morfina a nuestro paciente, pues esta se puede administrar en gotas, tabletas, cremas, parches, ampollas e incluso supositorios, El tratamiento debe de ser de acuerdo a la respuesta de nuestro paciente, es decir comenzar con una dosis baja e ir aumentando en intensidad de acuerdo a los resultados evidenciados.
Está demostrado que más se le teme al dolor que a la propia muerte, el anciano está familiarizado con el tema de la muerte pues cuando éste llega a la etapa de adulto mayor para ese entonces, muchos de sus amigos y familiares contemporáneos ya han fallecido por lo que saben que a cierta edad el tema de la muerte va a ser cada vez más frecuente. Hay estudios que han demostrado que más temor se le tiene al dolor, al morir con dolor; se le tiene más miedo al dolor que al cáncer. Es un tema de derechos humanos, calidad de vida y de dignidad vivir y morir sin dolor. No permitamos que nuestros familiares y nuestros pacientes vivan con dolor. La ciencia y la medicina han progresado mucho como para dejar que nuestro paciente sufra por dolor
Atentamente
Dr. Carlos Sandoval Cáceres
Médico Geriatra
consultas@geriatrasandoval.com