La palabra Navidad viene del latín Nativitas y significa nacimiento. Y esta fecha importante no solo la celebran los cristianos de todo el mundo, ya sean Católicos, Protestantes u Ortodoxos, pues las tres religiones celebran el nacimiento de Cristo, sino que, es una fecha celebrada por diferentes culturas a lo largo de la historia de la humanidad, pues coincide con el cambio de la primavera al verano en el hemisferio sur, como es nuestro caso en el Perú o el paso del otoño al invierno como es en el hemisferio norte, de ahí la costumbre de colocar pinos rodeados de nieve, renos que viven en el polo norte etc. Los romanos celebraban el nacimiento del Sol Invictus (el sol invencible), justo el 25 de diciembre pues ellos adoraban al sol, así como también lo adoraban nuestros antiguos antepasados, los Incas.

Lo importante de todo, independiente de la religión o cultura que tengan, la Navidad es una fecha muy importante que además de celebrar el nacimiento del Niño Jesús, es una fecha de unión familiar.

La Navidad se viene celebrando desde inicio del mes, con la colocación cada domingo de las velas del adviento y en muchos colegios, oficinas, clubes se van realizando actuaciones, intercambios de regalos, y en general cualquier tipo de compartir entre amigos.

Lamentablemente esta fecha importante de unión familiar se va volviendo cada día más materialista, y la gente piensa más en los regalos materiales y costosos, que el momento de compartir en general.

Algunas almas caritativas, con el fin de continuar compartiendo, realizan de manera voluntaria, chocolatadas y entrega de regalos a los niños con menos recursos, llevándoles una tarde de alegría, con música, regalos, panetón y chocolate (a pesar del calor de diciembre, el chocolate se sirve caliente continuando la tradición).

Los Grandes Olvidados 
Este año, he tenido la ocasión de colaborar, con muchas personas, dando mi cuota para los regalos, chocolatadas y entrega de regalos para niños pobres. Esta vez quisiera expresar mi malestar, debido a que todas estas actividades van dirigida a los niños y ninguna a los adultos mayores que viven en casas de reposo (asilos), y que esperan un momento de alegría y un compartir.

Así como los niños y adultos jóvenes disfrutan de la Navidad, los adultos mayores también la viven y la disfrutan, y de repente con más ganas, pues debido a su estado de soledad, es una ocasión y oportunidad para poder verse con sus amigos y seres queridos. En esta etapa de su vida, al adulto mayor ya no le interesa los regalos materiales, el bien que más aprecian es el tiempo y el poder compartir con sus seres queridos un momento especial con ellos, un beso, un abrazo, una caricia tierna. Y dentro de ese tiempo más calidad que cantidad, porque de nada vale meterse al cuarto del abuelo con un celular y ponerse a navegar y chatear sin tomarle la debida dedicación.

En muchas casas (menos mal que la minoría) a los adultos mayores los acuestan temprano para que “no estorben” y poder dar espacio a los niños, y jóvenes de la casa.

Les propongo a todas aquellas personas que comparten la Navidad con los niños pobres, que de 4 chocolatadas que organicen, una se la ofrezcan a los Adultos Mayores, ellos no solo se los van a agradecer sino que las personas que ofrezcan la chocolatada se sentirán muy felices de poder compartir la sonrisa, muchas veces sin dentadura, pero sincera y pura de un Adulto Mayor. El poder ver sonreír de agradecimiento y felicidad a un Adulto Mayor no tiene precio material, pero vale mucho espiritualmente

Indignación
No hace muchos días me indigné con el hijo de una paciente que tenía internada en el hospital en donde trabajo y quien me pidió que por favor, no le diese el alta médica a su madre tan pronto, que ya estaba repuesta del mal por el que estuvo hospitalizada, hasta que pasara la Navidad, ya que su casa era chica e iban a recibir a primos y sobrinos. Ya se imaginan la cara de indignación y rabia que le puse al hijo de ésta paciente que de paso estaba lúcida e ilusionada porque ya se había recuperado de su mal y deseaba regresar lo más pronto posible a su casa, para celebrar la navidad con toda su familia y en especial con sus nietos pequeños. Prácticamente le canté su vida entera al hijo de mi paciente y le dije que, así como él trataba a su madre, sus hijos lo iban a tratar a él, cuando tenga la edad y las enfermedades de su madre, pues los hijos son modelo de la conducta de sus padres.

Para muchas personas, los ancianos, son seres de estorbo en la casa, son individuos que quitan tiempo, espacio y recursos y que son seres lentos, torpes y olvidadizos, y luego nos preguntamos:¿acaso estas personas piensan que nunca van a envejecer y enfermarse?; este año regala tiempo de tu tiempo al adulto mayor, interésate, brinda afecto y comprensión; se tolerante, ten paciencia, ponte en sus zapatos, verás que una sonrisa lo vale todo, una sonrisa amable es motivadora, esperanzadora, y brinda alegría.

FELIZ NAVIDAD 
En nombre de la familia del Diario UNO y mío en particular quiero desearles a todas las familias peruanas y en especial a los Adultos Mayores una Feliz Navidad. Que el espíritu de la Navidad bañe con su gracia divina a todos los hogares peruanos y reine la paz y la armonía en todos los corazones.

Dr. Carlos Sandoval Cáceres

consultas@zonageriatrica.com

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