Rosa de 61 años, iba a ser sometida a una operación de aneurisma en el
cerebro, tenía temor de quedar mal, en estado vegetativo luego de la
operación. Me consultó qué podía hacer al respecto, porque ella no quería que la sometieran a máquinas, ventiladores, ni a tubos y terminar su vida así. Le expliqué que debía de firmar un documento llamado
Consentimiento Informado o Testamento Vital.
El Consentimiento Informado es un documento en donde la persona en
estado de lucidez deja por escrito ante un notario y con testigos su
voluntad para que cuando llegue el momento en que no pueda decidir por sí mismo, quede constancia de su voluntad, pues lo ha dejado por escrito por adelantado y firmado. Lamentablemente ese escenario no está en las leyes peruanas sin embargo si se acude con una carta notarial y se le entrega al médico tratante, éste debería de respetar la voluntad del enfermo y de sus familiares.
Preparamos un documento tomado de un modelo español, lo llenamos y
lo llevamos al notario, Rosa lo firmó y como testigos fuimos su esposo yo.
Gracias a Dios la operación fue un éxito y no hubo necesidad de aplicar el
Consentimiento Informado.