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La Depresión en el Adulto Mayor

Débora de 78 años, siempre había sido una mujer muy activa, disfrutaba de la vida y tenía buen carácter. Se reunía con sus amigas del colegio una vez al mes y lo disfrutaba mucho, se alistaba para acudir con varios días de anticipación.
De repente, su carácter cambió, no tenía ganas de hacer nada y no quería reunirse con sus amigas. Su hija la trajo a consulta para que le recete un tónico que le levante el ánimo.
Luego de la entrevista, e indicarle algunos exámenes de laboratorio, Débora no necesitaba ningún tónico, estaba sufriendo de depresión
La depresión es la enfermedad mental más frecuente en el adulto mayor y se caracteriza por un estado ánimo de tristeza y sobre todo de anhedonia, no tienen ganas de hacer nada. Muchas veces se cree que la depresión es normal en el envejecimiento y no lo es. Tiene tratamiento con terapias y medicinas.
Débora está recibiendo tratamiento, ha recuperado el ánimo y nuevamente se reúne con sus amigas.

El Pie Diabético en el Adulto Mayor

Julián de 63 años, era un paciente diabético irregular, es decir no tomaba las medicinas de manera regular como se las había indicado su médico, tampoco hacia dieta y era sedentario. En una ocasión pisó un vidrio, se le hizo una herida que no cicatrizaba. Acudió a consulta y tenía una gran herida en el pie y el dedo gordo estaba de un color un negro y con mal olor. Julián presentaba un pie diabético.
El pie diabético es una de las complicaciones a largo plazo que ocasiona la diabetes mellitus. Consiste en cualquier lesión o herida del pie en una persona diabética. Muchas veces el paciente poder perder algunos dedos o incluso todo el miembro inferior. El paciente diabético debe de tomar sus medicinas a tiempo, hacer la dieta y mantenerse activo. Lo ideal es la prevención, pero cuando se presenta, el tratamiento consiste en curaciones diarias y antibióticos.
Julián perdió el dedo pero salvó su pierna. Ahora es un paciente más disciplinado

La Vitamina D

Luis de 83 años, durante su juventud fue un hombre deportista y vigoroso, con el transcurrir de los años, bajó de peso, comenzó a caminar lento, anda todo el día cansado. Se le hizo un análisis de vitamina D y ésta estaba disminuida. Luis era un anciano frágil. La fragilidad es un estado en donde el adulto mayor tiene la reserva funcional disminuida y responde de manera lenta o nula a cualquier estresor. Se caracteriza entre otras cosas por presentar sarcopenia que es la disminución de la masa y fuerza muscular, el paciente camina lento y siempre está cansado.
La vitamina D es muy importante para el desarrollo de la fuerza y masa muscular, permite la absorción del calcio para fortalecer los huesos y previene una serie de enfermedades como el raquitismo y la osteoporosis. Se encuentra de manera natural en la luz solar y se puede ingerir de manera natural en la leche, pescados, carnes y huevos. También se puede administrar en pastillas.

Semana de la Enfermedad de Parkinson

Semana de la Enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson o Mal de Parkinson siempre ha existido en la historia de la humanidad, se han encontrado libros tanto de la India como de la China en donde describen esta enfermedad caracterizada por temblor de reposo y rigidez de los miembros, casi siempre asociada a personas adultas mayores.

No fue sino hasta el año 1817 en donde el médico inglés James Parkinson describió esta enfermedad denominándola parálisis agitante, es decir un cuadro clínico con rigidez y temblor del cuerpo. Posteriormente el prestigioso neurólogo francés, Jean Marie Charcot propuso que esta enfermedad, de la parálisis agitante lleve el nombre del Dr. Parkinson.

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central, caracterizada por ser progresiva, crónica e invalidante que puede iniciar con un ligero temblor de las manos en reposo (como de contar monedas) y luego incrementar a otros segmentos corporales, para ir progresando a la rigidez y a la lentitud del movimiento y para que finalmente termine en un estado de rigidez total y dependencia.

Aun no se conoce la causa que ocasiona esta enfermedad, pero sí se conoce que se debe a la falta de un importante neurotransmisor (una sustancia del cerebro) que se llama dopamina, que es responsable de la regulación de los movimientos involuntarios.

Gracias al desarrollo de la medicina hoy podemos contar con un tratamiento sintomático para esta enfermedad, que consiste en proveer de manera química unas sustancias similares a la dopamina, controlando el movimiento involuntario y disminuyendo la rigidez del enfermo, lamentablemente no cura la enfermedad incluso no detiene el curso progresivo de este mal, sino que solo disminuye los síntomas permitiendo mejorar por un tiempo la calidad de vida de las personas que padecen de esta enfermedad.

Se está proponiendo cada vez nuevos tratamientos modernos como el de la cirugía y la colocación de una especie de chip intracerebral, que podría mejorar e incluso detener el curso de este mal, pero aún estos probables tratamientos se encuentran en fase de estudios y experimentación.

Esta enfermedad generalmente aparece alrededor de los 60 años y aumenta conforme progresa la edad de las personas, pudiendo llegar a un 10 o 20 % en las personas de más de 80 años. Al ser una enfermedad de adultos mayores no significa que no pueda presentarse en personas jóvenes, un caso emblemático es el actor Michael J. Fox de la serie Volver al Futuro quien padece de esta enfermedad (temblor) y es un importante activista en pro de la investigación para la cura de este mal.

Esta enfermedad es muy frustrante para quien la padece pues va a limitar su calidad de vida, ya que la persona se vuelve lenta y a veces desarrolla cierta torpeza al realizar los movimientos. La rigidez se puede presentar en todo el cuerpo, como los intestinos que no favorecen la deposición, tornándose la persona estreñida, o atoros al comer puesto que la musculatura de la boca y el esófago también se torna rígida. Como ya se lo mencionamos el tratamiento en la actualidad es solo sintomático, ya que aún no se conoce su cura.

Debemos de apoyar a las personas adultas mayores que padecen de este mal, por un lado permitiendo que acudan a la consulta médica para que obtengan la medicación y por otro lado promover que acudan a recibir terapias tanto de terapia física, ocupacional y del lenguaje para que se puedan reinsertar en la sociedad para mantener y conservar sus funciones pues la idea siempre es que el adulto mayor siempre sea una persona independiente. Esta enfermedad al ser limitante casi siempre causa depresión, de tal manera que el enfermo debe de recibir tratamiento antidepresivo con medicamentos y por otro lado acudir al psicólogo para que lo apoye en este otro problema con terapias psicológicas.

La Organización Mundial de la Salud OMS, ha declarado el 11 de abril como el Día Mundial del Parkinson en honor a la fecha de nacimiento del Dr. James Parkinson su descubridor, para que todas las autoridades de la Salud tomen conciencia de esta enfermedad, y promuevan la investigación y en especial el buen trato a las personas que la sufren, que incluye la terapia farmacológica y no farmacológica.

Siendo las personas Adultas Mayores un grupo vulnerable que requiere de especial cuidado y protección por parte del Estado y de la Sociedad (situación que no se da, sino todo lo contrario, los Adultos Mayores son discriminados y relegados), deberían preocuparse más por estas personas con enfermedades limitantes como la Enfermedad de Parkinson.