Julia de 85 años, sufría de artrosis y estaba postrada, tomaba poca agua.
Solo bebía cuando tomaba sus medicinas, Una mañana de febrero, despertó
con la ropa mojada, durante todo el día estuvo somnolienta, hablaba
incoherencias y finalmente perdió la conciencia. Fue trasladada a emergencia,
tenía fiebre, presión baja y el pulso acelerado.
Julia tenía un golpe de calor.
El Golpe de Calor es el aumento de la temperatura del cuerpo por una
exposición excesiva al sol, hacer ejercicios en ambientes calurosos con poca
ventilación. El cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen
funcionamiento. El Hipotálamo el órgano que regula la sed y el calor, muchas
veces tiende a atrofiarse con la edad y el adulto mayor muchas veces no siente
el calor ni la sed. No permitamos que a nuestros adultos mayores les suceda lo
que le sucedió a Julia, beber e hidratarse este verano, mantener los ambientes
ventilados y evitar exponerse mucho al sol.
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