María de 55 años, trabaja por las mañanas, por las tardes cuida a su mamá. Luzmila quien sufre de fibrosis pulmonar, requiere de oxígeno las 24 horas del día.
María también cuidó a su padre, Don Sebastián quien falleció a los 88 años de Alzheimer. María le ha prometido a su madre que la cuidará hasta el último día de su vida. Con su geriatra llegaron a la conclusión que suceda lo que le suceda a Luzmila, ella iba a permanecer en su casa y no la iban a trasladar a ningún hospital.
Mi opinión personal es que, si el hospital no puede ofrecerle al paciente nada mejor que lo que le ofrece su propia casa, es mejor quedarse en casa.
Una fría noche de julio Luzmila adquirió una neumonía, recibió el tratamiento en su casa. Tres días después Luzmila falleció tranquila en su hogar sin dolor, con una sonrisa en los labios y rodeada de su familia.
María pudo decirles desde el fondo de su corazón Chau Mamá, Chau Papá gracias por todo lo que me dieron.
Es muy triste dejarlos ir a nuestros seres amados.