Juan de 60 años, trabajó muchos años como mecánico en una gran empresa de transporte público, que se fue a la quiebra. Postuló a un taller de mecánica mucho más pequeño. El día del examen de selección, vio algunas miradas burlonas y risueñas de algunos postulantes jóvenes que acudían bien vestidos con sus diplomas universitarios, no les hizo caso. Cuando llegó el examen práctico ninguno de los jóvenes pudo resolverlo mientras que Juan lo hizo sin ningún esfuerzo.
El artículo 2° de la Constitución Política del Perú 1993 menciona que la persona tiene derecho a la igualdad ante la Ley, sin ser discriminado por ningún motivo, incluida la “edad”.
Lo aprendido por Juan durante una vida entera de trabajo, no lo enseña ninguna universidad, sino que se aprende a través de la experiencia de toda una vida.
Seamos empáticos y respetuosos y nunca discriminemos a nadie, ni por edad, sexo, ideas políticas o situación económica. Todos merecemos respeto.
Muy buena información Dr.