Lilian de 78 años, ama de casa, madre y abuela, siempre cuidó de su persona, acudía regularmente al centro de belleza para arreglarse el cabello, las uñas y la piel. Solía comer sano y toda su vida practicó ejercicios. En una ocasión presentó un infarto cardiaco y acudieron a llevarla al hospital en ambulancia, antes de subir a la ambulancia, se miró al espejo, pidió un peine y su cartera de maquillaje.
Muchas veces creemos que las personas adultas mayores ya no se preocupan en su imagen física y no es así. Muchas personas adultas mayores desean estar limpios, bien vestidos, arreglados y oliendo bien. La buena imagen ayuda a la autoestima.
A pesar del infarto del corazón Lilian quiso ir bien arreglada al hospital en donde fue bien atendida y gracias a los buenos cuidados del personal del hospital salió airosa del infarto. Luego ya en su casa continuó cuidando de su imagen corporal y continuó siendo la dama elegante de siempre.
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