Renata de 67 años, siente su ropa interior húmeda, sobre todo cuando tose, ríe o estornuda, ella siempre ha sido una persona alegre y extrovertida, pero ya no desea salir de casa, llora todo el tiempo y se siente muy infeliz. Acudió al geriatra, le diagnosticó incontinencia urinaria de esfuerzo, le indicó unas cremas y unos ejercicios y la incontinencia mejoró. También mejoró el ánimo y su calidad de vida.
La micción es un acto íntimo, que se realiza de manera discreta en un lugar privado. La incontinencia urinaria es el escape involuntario de orina, que es muy frecuente en el adulto mayor, se da más en las mujeres, tanto así que es considerado como uno de los grandes síndromes geriátricos pero de ninguna manera es algo normal en el envejecimiento.
Hagamos como Renata que acudió al médico para tratar este problema que tiene solución y no solo controló la incontinencia sino que mejoró su calidad de vida.
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