Rosa estaba preocupada porque su madre, Lupe de 75 años, acudía regularmente al casino y tenía miedo de que esa actividad la lleve a una adicción como la ludopatía.
Lupe por su parte argumentaba que el casino la distraía pues paraba todo el día sola en su casa. En el casino conocía gente, se divertía y de paso podía ganar algún dinero.
Si uno se da una vuelta por los casinos de Lima y probablemente de cualquier lugar van a ver que están repletos pero sobretodo de personas adultas mayores. En lo particular pienso que si una persona tiene presupuestado el dinero que puede invertir y perder sin comprometer la
economía de su hogar puede hacerlo.
Así como Lupe muchos adultos mayores llevan sus 20 soles para pasar un buen rato en donde toman lonche, oyen música, conocen gente y sobretodo pueden ganar algún premio. Pues en sus casas se encuentran solos, aburridos y con predisposición a la depresión. Mientras no
llegue a la ludopatía se puede aceptar como una actividad social.
Average Rating