Artículo publicado en el Diario Uno el 10 de enero de 2016
http://diariouno.pe/2016/01/10/cabalas-y-promesas-para-iniciar-el-ano/
CARLOS SANDOVAL CÁCERES
Médico geriatra / consultas@geriatrasandoval.com
Hemos visto al inicio del año cábalas para todos los gustos, desde agarrar maletas y darse una vuelta alrededor de la manzana con el fin de que el año entrante puedan tener un viaje, comer uvas y tomar vino, para tener comida en abundancia o colocarse ropa interior amarilla o rojo para el amor y la pasión hasta ayunos o comilonas exageradas, hacer muñecos de personajes y luego quemarlos a las doce.
También hubo promesas de todo tipo desde hacer dietas para bajar de peso, promesas para dejar de fumar, ahorrar para comprar o cambiar el auto, casarse, pedir la mano de la novia hasta promesas como ser buenos y mejores personas el año que entra.
Pero si nos ponemos a ver en todas las cábalas y promesas que se realizan las hace la misma persona pero siempre para ella misma. Nadie hace cábalas o promesas pensando en el prójimo. Y dentro del prójimo, incluimos a los Adultos Mayores.
¿Y ELLOS?
Nadie promete ir a visitar a su padre o madre anciano y enfermo por lo menos una vez por semana, nadie promete que serán mejores hijos y que se preocuparán por la salud y el bienestar de sus padres adultos mayores. Todos piensan en comprarse un auto nuevo, pero no piensan en comprarle una silla de ruedas o una cama clínica a su madre o padre que lo necesita.
Solo una vez, pude escuchar que la hija de una paciente mía se había propuesto que el año que entraba iba a llevar a su madre a la ciudad de México para que puedan ir juntas a visitar la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe y así poder cumplirle el sueño a su madre de ver a la milagrosa Virgen.
Este año que viene recordemos siempre en nuestros adultos mayores, a aquellas personas que son las responsables de lo que somos, que dieron lo mejor de su vida para que nuestra sociedad sea lo que es hoy. Aprendamos que cuando una persona da, comparte lo suyo y es generosa, esta persona recibe más, eso es muy difícil de entender en una sociedad egoísta como la nuestra en donde todos pensamos en nosotros mismos, pero la realidad es otra, la persona que da y entrega más, esa persona va a recibir más.
Les propongo que este año hagamos la promesa de visitar a nuestros padres, de hacerles una llamada diaria, de conocer qué medicinas toman nuestros padres, de preguntarles como les fue en el hospital luego de la consulta con su médico de cabecera de preocuparnos por ellos, de ver que nada les falte.
BUENA PROMESA
Hagámonos la promesa de sacarlos a pasear una vez por semana, que no tiene que ser un lugar caro o lejano, a ellos les va a agradar simplemente salir al parque, invítelos a comer a un restaurante una vez al mes, que no tiene que ser un restaurante caro, basta que sea rico y listo, lo que más va a valorar el adulto mayor, no es la comida sino la compañía, el momento compartido con sus hijos, sus nietos y sobrinos. Prometamos comprarles una cartera nueva, unos zapatos nuevos, una camisa etc, que los hagan felices. Lleven a sus madres a la peluquería para que se maquille, se tiña el pelo, que se sienta una “chica joven” por un momento, ese momento lo va a apreciar, incluso así tenga una demencia y luego se olvide de lo ocurrido, el momento, la risa tal vez sin dentadura de nuestros padres vale el esfuerzo.
Dejemos el egoísmo personal de este mundo de consumo y superficial y pensemos más en nuestro prójimo en especial a nuestros Adultos Mayores
En nombre de la Familia de Diario Uno y mío en particular, queremos desearles a todos nuestros lectores un Feliz Año nuevo, lleno de bendiciones, salud y sabiduría pero en especial les deseamos un Feliz Año Nuevo a todos nuestros Adultos Mayores.
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