Artículo publicado por el 6 de diciembre de 2015

http://diariouno.pe/2015/12/06/ayudame-a-superar-tu-ausencia/

Rigoberto era un periodista de 75 años muy culto y leído, quien trabajó durante 40 años de su vida en un periódico local, en la sección policial, y quién se pasó su vida entre el periodismo y en la universidad donde dictaba clases. Luego de una visita del médico a su domicilio éste le informó que su corazón estaba muy debilitado debido a dos infartos que había sufrido con anterioridad. Rigoberto le pidió que por favor no se lo comentara a su esposa, pues era una mujer muy nerviosa y no iba a soportar la noticia.

ausenciaHoy en día quedan pocos temas tabúes, ahora se conversa libremente sobre temas como el sexo, el aborto, el incesto, la homosexualidad. Se discute sobre religión e ideas políticas libremente, como el comunismo, el liberalismo, el fascismo y las dictaduras. Del único tema que aún se quiere evitar y deliberadamente no se toca es sobre la muerte. Hay la creencia que dice que “Si hablas sobre la muerte la estás llamando”, como si hablar de un tema cualquiera lo llamarías, entonces hablaríamos de mundiales de futbol a ver si algún día nuestra selección de futbol clasifica o hablaríamos sólo del amor o del dinero a ver si llega o cae del cielo algún día.

Pero si de algo estamos seguros es que todos, absolutamente todos nos vamos a morir y dejar este mundo algún día. Todos los seres vivientes desde las plantas, los microbios, los insectos, nuestras mascotas, nuestros seres queridos y nosotros mismos también. De la muerte nadie se escapa, sin embargo es un tema que nadie quiere tocar ni hablar.

DON RIGOBERTO
Rigoberto era un periodista de 75 años muy culto y leído, quien trabajó durante 40 años de su vida en un periódico local, en la sección policial, y quién se pasó su vida entre el periodismo y en la universidad en donde dictaba clases. Luego de una visita del médico a su domicilio éste le informo que su corazón estaba muy debilitado debido a dos infartos que había sufrido con anterioridad. Rigoberto le pidió que por favor no se lo comentara a su esposa, pues era una mujer muy nerviosa y no iba a soportar la noticia.

Al despedirse, la esposa acompañó al médico a la puerta y se le acercó y le pidió al doctor que por favor no le comente la verdad del diagnóstico a su marido porque él era una persona muy nerviosa y no iba a soportar la noticia.

Esta anécdota que parece extraída de una comedia es muy común de lo que pareciera y es que la persona adulta mayor está muy comprometida y relacionada con el proceso de la muerte y las enfermedades terminales. Muchos contemporáneos, amigos y familiares ya partieron antes que ellos, Hay un dicho popular que se repite cuando fallece un ser querido y es, “solo nos lleva la delantera”. El adulto mayor es el grupo que más relación y menos temor tiene a la muerte y al duelo.

El duelo es un proceso, viene de la palabra dolor debido a que este lo produce, es una reacción a una acción agresiva como es la pérdida de un ser querido, o el conyugue, un hermano, un amigo incluso una mascota querida. También se aplica a cualquier pérdida como el trabajo, la casa o el barrio.

El duelo como proceso que es, tiene un inicio y un final, pero que se va a caracterizar por ser individual, es decir cada persona lleva su duelo de manera diferente, no existen dos duelos iguales por lo tanto no se deben comparar las reacciones de uno u otra persona. No se debe comparar cuánto lloró una persona respecto al duelo de su padre comparado al de su madre, o cuánto tiempo duró el luto o si se vistió de luto o no.

El duelo no solo es patrimonio de los seres humanos, los animales también experimentan sus duelos, como el perro cuando pierde a su amo, incluso los elefantes entierran a sus muertos en un cementerio para elefantes.

Al ser un proceso individual y personal cada uno tiene su tiempo para la resolución, no deben de haber prisas y es normal si el proceso dura 6 meses como un año. Cuando el duelo no es superado luego de un año y la persona se comporta como si recién hubiera fallecido el ser querido, ya se habla de un duelo patológico o duelo complicado, que requiere de ayuda profesional.

Existen frases de apoyo que en vez de ayudar empeoran el proceso y no ayudan en nada, y son frases que supuestamente se dan con la mejor de las intenciones

-No llores que a Dios no le gusta verte sufrir
-El tiempo lo cura todo
-No pienses en el/ella que es peor
-Has un viaje para distraerte y olvidarte
-Tienes que ser fuerte
-Si lloras no lo/la dejas descansar
-Los que nos quedamos contigo te necesitamos fuerte
-Llorar es un signo de debilidad

Y si se tratara de un varón la cosa es peor aún, porque social y absurdamente nos crían y enseñan de que los “hombres no lloran”, poniendo en tela de juicio la hombría de un hombre que llora o no.

Como ya se mencionó duelo viene de dolor y el dolor duele de manera que es normal y racional, estar triste, llorar y pensar en los ratos y buenos momentos compartidos (también en los malos) de la persona que se ha ido. A participar de sus honras fúnebres, velarlo y enterrarlo; respetando sus creencias religiosas si las tuvo y respetar si no las tuvo.

Muchos autores especialmente psicólogos han escrito sobre el proceso del duelo entre ellos la pionera, la tanatóloga y psiquiatra de origen suizo Elisabeth Kubler Ross quien divide el proceso del duelo en 5 etapas. La negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Es decir la persona que ha sufrido un duelo va a pasar por estas 5 etapas hasta que acepta e incorpora a su vida la pérdida de ese ser querido que ya partió.

La comunicadora chilena Pilar Sordo en su libro “Bienvenido dolor”, distribuye en 4 etapas el proceso del duelo: El chock, la rabia, la pena y la reconciliación,

El Psicólogo norteamericano quien más ha escrito y estudiado el tema del duelo J. William Worden en su libro El tratamiento del Duelo recomienda unas tareas.

LAS TAREAS DEL DUELO
-Asumir la realidad de la pérdida
-Elaborar las emociones relacionadas con el duelo
-Aprender a vivir en un mundo donde el fallecido ya no está presente
-Recolocar emocionalmente al fallecido y seguir viviendo

Nos guste o no, es un tema que en algún momento debemos asumir y afrontar, ya hemos perdido a un abuelo, padres, hermanos, etc. Por lo tanto debemos estar preparados y asumir el proceso de la muerte y el duelo como una etapa normal de la vida como lo es, el nacer, crecer y madurar.

CARLOS SANDOVAL CÁCERES
Médico Geriatra / pachogeriatra@yahoo.es

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