María de 91 vive en una casa de reposo, ya no es lúcida pero es muy jovial.
Acudí este mes para hacerle una visita, la encontré tranquila pero desabrigada con una camisa delgada. Al examinarla tenía la piel muy fría e incluso los dedos de los pies y manos morados.
Generalmente los adultos mayores son friolentos, pero otros tienen atrofiado el centro regulador del frío ubicado en el cerebro por lo que no suelen tener frio en invierno y pueden llegar a la hipotermia. Otros al estar postrados, no se mueven y no generan energía o sea no generan calor, aumentan la hipotermia y la piel se les pone fría a veces morada y están predispuestos a adquirir enfermedades respiratorias.
En esta época no es recomendable bañarlos todos los días, pero si asear las zonas que ocasionan sudor, abrigarlos pero sin excederse, evitar las bebidas frías, tener ventanas abiertas pero que no les caigan directamente al cuerpo y vacunarlos contra la influenza.

2 comentarios en «El invierno y el adulto mayor»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
1
Escanea el código
Hola
¿En qué podemos ayudarte?