Lila de 80 años, diabética, hipertensa y con artrosis, iba todos los meses a la consulta médica a conversar con su médico geriatra, decía que con solo mirarlo se sentía mejor. Se mantenía estable y prácticamente iba por sus medicinas.
Con la pandemia del Covid 19, no hay consulta externa y Lila no puede ir por su medicina, ahora tiene que comprarla; su presión y la glucosa se han elevado y lo peor: los dolores de rodilla han reaparecido.
Desde hace unos años, el MINSA ha implementado un programa de teleasistencia y con la pandemia se ha reforzado la telemedicina.
No es la clásica consulta médica tradicional, en donde se puede auscultar al enfermo, no deja de ser una herramienta útil y valiosa, en donde se puede escuchar, diagnosticar, recomendar e incluso recetar los medicamentos.
La telemedicina ha aparecido para quedarse. Lila recibe su cita a distancia, no perdamos la oportunidad de tener una consulta médica oportuna y de calidad.
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