Acudí a visitar a un paciente nuevo a su domicilio, me entrevisté con su hija quien me dio los datos del paciente. Tenía 82 años y era médico, cuando le pregunté por su especialidad y el hospital en donde había trabajado, me di cuenta que el Dr. Luis había sido mi profesor en la Universidad. Estaba postrado por secuela de un infarto cerebral hacía unos años, pero ahora me consultaban por fiebre y dificultad para respirar.
El Dr. Luis presentaba un cuadro de neumonía, la hija me pidió que no lo hospitalizara, el paciente le había pedido que cualquier tratamiento se lo dieran en su casa, y así fue como se hizo.
La vida es un carrusel, ayer eres médico y hoy eres el enfermo. Recordé las enseñanzas de mi maestro y las apliqué con él.
Este 5 de octubre Día de la Medicina Peruana por la inmolación de Daniel A. Carrión, quiero rendir un homenaje a todos mis colegas médicos en especial a los médicos adultos mayores que en su momento lo dieron todo por sus queridos pacientes.
