Marcial de 50 años, prestigioso matemático y catedrático de una importante
universidad española, tiene todos los grados académicos, incluido un doctorado
en matemáticas. Iba a dictar una conferencia, en donde trataría de demostrar un
teorema que tenía muchos años sin resolver. Acudieron los principales profesores
de la universidad, así como alumnos y ex alumnos. Dentro del grupo de
participantes acudió Don Pedro su viejo profesor de matemáticas del colegio,
quien le enseñó a sumar y restar a Marcial cuando éste era un niño.
Al final, no se pudo demostrar el teorema, pero todos salieron satisfechos de la
reunión pues hubo mucha ciencia e inteligencia reunida.
Una semana más tarde Marcial recibe un mail de su profesor en donde le da la
solución al problema que nadie pudo resolver.
Marcial con lágrimas en los ojos le escribió emocionado agradeciéndole.
Finalmente le dijo, a pesar de todos mis títulos y grados Ud. sigue siendo mi
Maestro.