La demencia vascular es una enfermedad olvidada, pero está entre nosotros

Artículo publicador por el 27 de diciembre de 2015

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demencia

Apenas escuchamos decir la palabra demencia, inmediatamente nuestra mente lo asocia con la enfermedad o mal de Alzheimer, pues esta enfermedad, la de Alzheimer es la demencia más frecuente en el mundo occidental, la más estudiada y más conocida entre todas. Pero no es el único tipo de demencia, pues existen otros tipos más como la demencia vascular, la demencia fronto temporal, la demencia con cuerpos de Lewis, las demencias asociadas a falta de vitaminas, hipotiroidismo, secuela de alcoholismo, algunas infecciones crónicas como sífilis, sida tuberculosis etc.

En Japón, la India y otros importantes países asiáticos la demencia vascular es la primera causa de las demencias.

VEAMOS LA HISTORIA DE ELVIRA
Elvira era la clásica abuela querendona, muy querida por hijos, nietos, sobrinos y amigos, famosa por su buena sazón, era especialista en cocinar comida criolla, tenía 70 años cuando presentó su primer infarto cerebral. Elvira sufría de hipertensión arterial y solía presentar valores muy elevados de la presión arterial como de 180 mmHg de presión sistólica (más conocida como la máxima) y 100 mmHg de presión diastólica (la mínima), sin que le ocasionara mayor sintomatología. Tanto es así que solía bromear con los médicos cuando estos le medían la presión en la consulta médica y se alarmaban por tan altos valores de presión arterial.

Elvira, se reía y les decía a los médicos que no se alarmen que para ella esos valores “eran normales” y estuvo viviendo con esas presiones arteriales por años, hasta que un día presentó un cuadro de intenso dolor de cabeza, dificultad para hablar y finalmente debilidad en la mitad de su cuerpo derecho, pues no podía mover el brazo ni la pierna derecha. Acudió a emergencia, en donde luego de ser evaluada por los médicos y observada la tomografía axial computarizada de su cerebro, se determinó que Elvira sufrió un infarto cerebral extenso.

Estuvo hospitalizada durante 10 días hasta que comenzó a recuperar el habla y el movimiento del brazo y la pierna derecha, luego de algunas sesiones de terapia física y terapia ocupacional, Elvira fue dada de alta, con la indicación de que continuara las terapias de manera ambulatoria, situación que realizó responsablemente, siendo llevada a las terapias por su hija María Gracia.

VOLVIÓ A CAMINAR
La recuperación de Elvira fue muy buena, volvió a caminar, incluso volvió a cocinar, pero su actitud en general era más lenta, lo mismo que sus reflejos y hacía mucho esfuerzo para recordar palabras. La falla de la memoria continuó empeorando hasta que dejó de recordar cosas más sencillas como nombres de personas palabras y palabras muy comunes. Acudió al geriatra para la evaluara y éste diagnosticó que Elvira presentaba Demencia vascular.

La evolución fue tórpida y en los cinco años posteriores Elvira pasó a ser una persona dependiente incluso para caminar, vestirse, controlar sus esfínteres hasta que finalmente quedó postrada en su cama.

ARTERIOESCLEROSIS SENIL
La demencia vascular antiguamente conocida a principios del siglo pasado como arterioesclerosis senil o, demencia arterioesclerótica en donde existe una magnífica descripción de dicha enfermedad en el libro del médico y sabio español Don Santiago Ramón y Cajal “El Mundo Visto a los Ochenta Años: Impresiones de un Arterioesclerótico” en 1918 y luego en la década de los setentas como demencia tipo multiinfarto título dado por el neurólogo Vladimir Hachinski, actualmente se denomina demencia vascular ya que el termino multi infarto está relacionado solo a los infartos, siendo el aspecto vascular mucho más amplio en donde se incluirían trastornos del endotelio, de la coagulación, malformaciones congénitas, trastornos inflamatorios tipo vasculitis, hemorragias etc.

Los factores de riesgo conocidos para adquirir éste tipo de demencias son los relacionados al corazón y al endotelio (la capa interna que recubre los vasos sanguíneos, que es muy importante en la fisiología de toda la circulación, la presión arterial y el sistema hormonal). Entre los más importantes destacan la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, el colesterol elevado, la vida sedentaria, la obesidad, el tabaquismo, el estrés etc. De manera que se recomienda controlar periódicamente la presión arterial, la glucosa, el colesterol, disminuir el peso, dejar de fumar, evitar el exceso de alcohol y tener una vida más activa dejando el sedentarismo.

El diagnóstico de este tipo de demencia se realiza a través de una historia clínica completa en donde se van a consignar los antecedentes patológicos, alergias, hábitos nocivos (tabaco, alcohol y drogas si las tuviera) y las medicinas que recibe el enfermo, los síntomas y signos que presenta y se le debe de realizar una batería de exámenes de laboratorio que incluye hemograma, la glucosa, perfil renal, perfil hepático, perfil tiroideo y perfil lipídico. Se le debe solicitar una tomografía del cerebro para observar infartos, hemorragias, tumores, malformaciones si las tuviera o no. Finalmente se le debe de realizar unas baterías de test neuropsicológicos para descartar deterioro cognitivos, como el test de Folstein también conocido como el Minimental test, el test de MOKA, prueba de origen canadiense más específico para este tipo de demencias, estudio para descartar ansiedad y depresión, estudio de la conducta etc. Luego si reúne los criterios para este tipo de demencia es decir descartando que sea demencia Alzheimer u otro tipo de demencia, que tenga delirio o algún problema orgánico recién se le cataloga como demencia vascular.

No existe un tratamiento específico para este tipo de demencias, salvo el prevenir los factores de riesgo y el empleo de antiagregantes plaquetarios (fármacos que evitan que se junten las plaquetas evitando la formación del trombo plaquetario que obstruye la circulación) que han demostrado disminuir el riesgo de sufrir de infartos cardiacos y cerebrales, como la aspirina, ácido acetil salicílico (es más barato y utilizado), el clopidogrel etc. Están en estudio algunos fármacos con propiedades vasodilatadores como los derivados del óxido nítrico pero que aún están en estudio y no han sido autorizados para que salgan al mercado. Los demás fármacos con propiedades vasodilatadoras e irrigadores cerebrales que abundan en el mercado farmacéutico no han demostrado científicamente resultados medibles y comparables.

REHABILITACIÓN INTEGRAL
En demencias el tratamiento que ha demostrado tener mejor efecto son las terapias de rehabilitación integral como las realizadas por terapeutas físicos, terapeutas ocupacionales y terapeutas del lenguaje. Las terapias cognitivo conductuales realizadas por los psicólogos. Todos juntos de manera coordinada y en equipo interdisciplinario trabajan por un objetivo y una meta común que es el propio paciente, tratando que sea lo más independiente posible, postergando hasta donde sea posible (pues no se va poder detener) la dependencia y la postración. En este equipo interdisciplinario también participa la asistenta social, la enfermera y el nutricionista todos juntos trabajando de manera coordinada por bienestar integral del enfermo con demencia.

La demencia tipo Alzheimer sigue siendo la más frecuente, popular y estudiada en nuestro medio pero no por ello, la demencia vascular deba de ser ignorada o dejada a un lado, como médicos y especialistas en adultos mayores debemos siempre de tomarla en cuenta y en consideración.

Recordemos que ante todo la mejor medicina para las demencias y todas las enfermedades del adulto mayor continúan siendo el amor, la comprensión y el cariño que va a recibir el enfermo desde su familia, el hospital o centro de salud y de la sociedad. Recordemos que todos algún día vamos a llegar a viejos y nos gustará que nos traten bien, con amor y respeto. Por eso, tratemos bien a nuestros adultos mayores.

CARLOS SANDOVAL CÁCERES
Médico geriatra / pachogeriatra@yahoo.es

La Navidad también es para los adultos mayores

Artículo publicado por el 20 de diciembre de 2015

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Así como los niños y adultos disfrutan de la navidad, el Adulto Mayor también la goza y la disfruta, disfruta el compartir la cena navideña rodeado de toda su familia, escuchando y cantando en conjunto algunos villancicos. Nuevamente recalco que, el adulto mayor ya no desea regalos materiales sino desea ser parte integrante y activo de la familia.

navidadSe acerca la Navidad y este día tan importante del año se va a conmemorar un aniversario más del nacimiento de Jesús, para muchas personas del mundo occidental especialmente para los cristianos es la fecha más importante del año, pues por un lado se reúnen los miembros de toda la familia: abuelos, padres, hermanos, tíos, hijos, sobrinos y amigos, y, por otro lado, se comparten regalos en especial a los más pequeños.

Lamentablemente para algunas personas esta fecha no es necesariamente la más feliz, algunos recuerdan la partida o ausencia de algún ser querido ya fallecido; incluso hace muchos años, quien dejó un gran vacío en la familia o en otros casos la ausencia del ser querido por algún viaje, ya sea laboral, servicio militar o cualquier otra circunstancia.

MORIR PARA UNIR A SU FAMILIA
Acabo de ver por la internet un spot publicitario de la historia de un adulto mayor que tuvo que fingir su muerte para poder reunir a la familia que ya le habían manifestado que ese año no iban poder estar con él para esa Navidad. Así que el anciano, les envió a todos sus hijos telegramas anunciando su muerte, todos sus hijos leyeron el telegrama y recién lloraron mucho por la partida de su padre. Cuando ellos acudieron al funeral se llevaron la sorpresa que el padre los recibió a todos con una gran cena navideña y que la tristeza por el duelo del supuesto fallecimiento del padre, se convierte en una gran celebración por la presencia física de su progenitor.

Este año he colaborado con varias personas caritativas que participan u organizan actividades sociales o de caridad, dedicadas a los niños pobres o de bajos recursos económicos en los barrios marginales o pobres de la ciudad. Actividades del tipo chocolatada, panetonada, o distribución de regalos. Este tipo de actividades me parecen muy buenas y son dignas de imitar y apoyar, pero observé que ninguna actividad había sido dedicada para los Adultos Mayores. Cuando les daba mi cuota de colaboración les preguntaba a éstas personas caritativas la razón por la cual no visitaban algún asilo de ancianos desamparados para que les llevaran un momento de felicidad y alegría a los Adultos Mayores residentes en esos hogares de caridad. Esta personas me miraban atentamente hacían algunos gestos como diciendo que tenía razón y luego me decían, que el próximo año iban a incluir en sus actividades a los Adulto Mayores.

A esta etapa de la vida, el adulto mayor ya no desea ni se preocupa por los regalos materiales, como ropas costosas o perfumes caros, lo que el Adulto Mayor quiere, es: compartir su tiempo, quiere que lo visiten, quiere el contacto físico con otras personas y obviamente en especial su propia familia.

ÉL TAMBIÉN GOZA
Así como los niños y adultos disfrutan de la navidad, el Adulto Mayor también la goza y la disfruta, disfruta el compartir la cena navideña rodeado de toda su familia, escuchando y cantando en conjunto algunos villancicos. Nuevamente recalco que, el adulto mayor ya no desea regalos materiales sino desea ser parte integrante y activo de la familia.

No hace muchos días me indigné con el hijo de una paciente que tenía internada en el hospital en donde trabajo y quién me pidió que por favor no le diese el alta médica a su madre tan pronto, que ya estaba repuesta del mal por el que estuvo hospitalizada, hasta que pasara la navidad ya que su casa era chica e iban a recibir a primos y sobrinos. Ya se imaginan la cara de indignación y rabia que le puse al hijo de ésta paciente que de paso estaba lúcida e ilusionada porque ya se había recuperado de su mal y deseaba ir lo más pronto posible a su casa para celebrar la navidad con toda su familia y en especial con sus nietos pequeños. Prácticamente le canté su vida entera al hijo de mi paciente y le dije que, así como él trataba a su madre, sus hijos lo iban a tratar así a él cuando tenga la edad y las enfermedades de su madre, pues los hijos son modelo de la conducta de sus padres.

Para muchas personas, los ancianos ya son seres de estorbo en la casa, son individuos que quitan tiempo, espacio y recursos y que son seres lentos, torpes y olvidadizos, y luego nos preguntamos cómo si éstas personas nunca fueran a envejecer y enfermarse algún día.

Nunca debemos de olvidar que la razón por la que existimos es por obra y gracia de nuestros padres, y que debemos de reconocer el legado histórico, familiar y social que han dejado tanto a nuestra familia como a la comunidad y sociedad en general. No debemos de ser ingratos y desagradecidos con nuestros Adultos Mayores. Algunos Adultos Mayores no tienen familia y suelen pasar la navidad muy tristes en solitario, sin poder compartir un panetón o una taza de chocolate con otras personas.

Les propongo a todas aquellas personas que comparten la navidad con los niños pobres, que de 4 chocolatadas que organizan, una se la ofrezcan a los Adultos Mayores, ellos no solo se los van a agradecer sino que las personas que ofrezcan la chocolatada se sentirán muy felices de poder compartir la sonrisa muchas veces sin dentadura pero sincera y pura de un Adulto Mayor. El poder ver sonreír de agradecimiento y felicidad a un Adulto Mayor no tiene precio material, pero vale mucho espiritualmente.

HABLÉ
El domingo pasado me tocó dirigir unas palabras en la fiesta navideña de una Casa de Reposo particular, que celebraba su fiesta de navidad y le dije a todo el público, que por unas horas nos olvidemos de nuestros títulos, grados, distinciones y condecoraciones, que volvamos por unas horas a ser niños otra vez. Les pedí a todos que saquemos al niño interior que llevamos guardado dentro de nuestro cuerpo y que disfrutemos esa fiesta de navidad todos juntos, al máximo, como cuándo éramos niños, que no haya en ese momento, el doctor, la enfermera, el señor, el maestro, que todos seamos compañeros y cómplices, es decir niños nuevamente. Pude ver en ésta fiesta cómo disfrutaron de la celebración todos los invitados, pero en especial a los Adultos Mayores, que algunos con sus limitaciones físicas bailaron como cuando eran jóvenes.

En nombre de la familia del Diario Uno y mío en particular quiero desearles a todas las familias peruanas y en especial a los Adultos Mayores una Feliz Navidad. Que el espíritu de la Navidad bañe con su gracia divina a todos los hogares peruanos y reine la paz y la armonía en todos los corazones.

CARLOS SANDOVAL CÁCERES
Médico geriatra / pachogeriatra@yahoo.es

Ayúdame a superar tu ausencia

Artículo publicado por el 6 de diciembre de 2015

http://diariouno.pe/2015/12/06/ayudame-a-superar-tu-ausencia/

Rigoberto era un periodista de 75 años muy culto y leído, quien trabajó durante 40 años de su vida en un periódico local, en la sección policial, y quién se pasó su vida entre el periodismo y en la universidad donde dictaba clases. Luego de una visita del médico a su domicilio éste le informó que su corazón estaba muy debilitado debido a dos infartos que había sufrido con anterioridad. Rigoberto le pidió que por favor no se lo comentara a su esposa, pues era una mujer muy nerviosa y no iba a soportar la noticia.

ausenciaHoy en día quedan pocos temas tabúes, ahora se conversa libremente sobre temas como el sexo, el aborto, el incesto, la homosexualidad. Se discute sobre religión e ideas políticas libremente, como el comunismo, el liberalismo, el fascismo y las dictaduras. Del único tema que aún se quiere evitar y deliberadamente no se toca es sobre la muerte. Hay la creencia que dice que “Si hablas sobre la muerte la estás llamando”, como si hablar de un tema cualquiera lo llamarías, entonces hablaríamos de mundiales de futbol a ver si algún día nuestra selección de futbol clasifica o hablaríamos sólo del amor o del dinero a ver si llega o cae del cielo algún día.

Pero si de algo estamos seguros es que todos, absolutamente todos nos vamos a morir y dejar este mundo algún día. Todos los seres vivientes desde las plantas, los microbios, los insectos, nuestras mascotas, nuestros seres queridos y nosotros mismos también. De la muerte nadie se escapa, sin embargo es un tema que nadie quiere tocar ni hablar.

DON RIGOBERTO
Rigoberto era un periodista de 75 años muy culto y leído, quien trabajó durante 40 años de su vida en un periódico local, en la sección policial, y quién se pasó su vida entre el periodismo y en la universidad en donde dictaba clases. Luego de una visita del médico a su domicilio éste le informo que su corazón estaba muy debilitado debido a dos infartos que había sufrido con anterioridad. Rigoberto le pidió que por favor no se lo comentara a su esposa, pues era una mujer muy nerviosa y no iba a soportar la noticia.

Al despedirse, la esposa acompañó al médico a la puerta y se le acercó y le pidió al doctor que por favor no le comente la verdad del diagnóstico a su marido porque él era una persona muy nerviosa y no iba a soportar la noticia.

Esta anécdota que parece extraída de una comedia es muy común de lo que pareciera y es que la persona adulta mayor está muy comprometida y relacionada con el proceso de la muerte y las enfermedades terminales. Muchos contemporáneos, amigos y familiares ya partieron antes que ellos, Hay un dicho popular que se repite cuando fallece un ser querido y es, “solo nos lleva la delantera”. El adulto mayor es el grupo que más relación y menos temor tiene a la muerte y al duelo.

El duelo es un proceso, viene de la palabra dolor debido a que este lo produce, es una reacción a una acción agresiva como es la pérdida de un ser querido, o el conyugue, un hermano, un amigo incluso una mascota querida. También se aplica a cualquier pérdida como el trabajo, la casa o el barrio.

El duelo como proceso que es, tiene un inicio y un final, pero que se va a caracterizar por ser individual, es decir cada persona lleva su duelo de manera diferente, no existen dos duelos iguales por lo tanto no se deben comparar las reacciones de uno u otra persona. No se debe comparar cuánto lloró una persona respecto al duelo de su padre comparado al de su madre, o cuánto tiempo duró el luto o si se vistió de luto o no.

El duelo no solo es patrimonio de los seres humanos, los animales también experimentan sus duelos, como el perro cuando pierde a su amo, incluso los elefantes entierran a sus muertos en un cementerio para elefantes.

Al ser un proceso individual y personal cada uno tiene su tiempo para la resolución, no deben de haber prisas y es normal si el proceso dura 6 meses como un año. Cuando el duelo no es superado luego de un año y la persona se comporta como si recién hubiera fallecido el ser querido, ya se habla de un duelo patológico o duelo complicado, que requiere de ayuda profesional.

Existen frases de apoyo que en vez de ayudar empeoran el proceso y no ayudan en nada, y son frases que supuestamente se dan con la mejor de las intenciones

-No llores que a Dios no le gusta verte sufrir
-El tiempo lo cura todo
-No pienses en el/ella que es peor
-Has un viaje para distraerte y olvidarte
-Tienes que ser fuerte
-Si lloras no lo/la dejas descansar
-Los que nos quedamos contigo te necesitamos fuerte
-Llorar es un signo de debilidad

Y si se tratara de un varón la cosa es peor aún, porque social y absurdamente nos crían y enseñan de que los “hombres no lloran”, poniendo en tela de juicio la hombría de un hombre que llora o no.

Como ya se mencionó duelo viene de dolor y el dolor duele de manera que es normal y racional, estar triste, llorar y pensar en los ratos y buenos momentos compartidos (también en los malos) de la persona que se ha ido. A participar de sus honras fúnebres, velarlo y enterrarlo; respetando sus creencias religiosas si las tuvo y respetar si no las tuvo.

Muchos autores especialmente psicólogos han escrito sobre el proceso del duelo entre ellos la pionera, la tanatóloga y psiquiatra de origen suizo Elisabeth Kubler Ross quien divide el proceso del duelo en 5 etapas. La negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Es decir la persona que ha sufrido un duelo va a pasar por estas 5 etapas hasta que acepta e incorpora a su vida la pérdida de ese ser querido que ya partió.

La comunicadora chilena Pilar Sordo en su libro “Bienvenido dolor”, distribuye en 4 etapas el proceso del duelo: El chock, la rabia, la pena y la reconciliación,

El Psicólogo norteamericano quien más ha escrito y estudiado el tema del duelo J. William Worden en su libro El tratamiento del Duelo recomienda unas tareas.

LAS TAREAS DEL DUELO
-Asumir la realidad de la pérdida
-Elaborar las emociones relacionadas con el duelo
-Aprender a vivir en un mundo donde el fallecido ya no está presente
-Recolocar emocionalmente al fallecido y seguir viviendo

Nos guste o no, es un tema que en algún momento debemos asumir y afrontar, ya hemos perdido a un abuelo, padres, hermanos, etc. Por lo tanto debemos estar preparados y asumir el proceso de la muerte y el duelo como una etapa normal de la vida como lo es, el nacer, crecer y madurar.

CARLOS SANDOVAL CÁCERES
Médico Geriatra / pachogeriatra@yahoo.es

No mires mis arrugas, atiende a mi experiencia

Artículo publicado por el 29 de noviembre de 2015

http://diariouno.pe/2015/11/29/no-mires-mis-arrugas-atiende-a-mi-experiencia/

Todo parte de casa, eduquemos a nuestros hijos para que crezcan en una sociedad que vuelva a valorar al adulto mayor como el sabio que siempre ha sido y que recupere su sitial en la sociedad que por miles de años ocupó siempre.

arrugasSe conoce como viejismo a aquel prejuicio relacionado con los adultos mayores, ancianos, en otras palabras lo relacionado a la vejez; y es un prejuicio tan extendido que lo practican la sociedad, los servicios de salud y lo más anecdótico, los propios pacientes.

Veamos un caso. Estaba realizando la consulta externa en una oficina asignada para mí durante mi época del residentado médico, cuando acudió a atenderse un caballero muy activo, dinámico y muy agradable y derrochaba mucha simpatía, digamos que su nombre era Florián.

Florián tenía 95 años y verdaderamente no parecía, aparentaba por lo menos unos 10 años menos, era un hombre totalmente lúcido, locuaz, de habla fluida y trato muy amable, muy educado, pues en su vida activa fue maestro de una escuela local. Durante la consulta conversamos de todo, desde un poco de política local hasta fútbol local.

El detalle de Florián es que era ciego, cuando le pregunté la razón de su ceguera, me contó que hace unos 10 años, cuando tenía 85 años le diagnosticaron cataratas las cuales se encontraban en una etapa muy avanzada y que requería como único tratamiento la cirugía, la cual no se realizó. Cuando le pregunté porque no lo habían operado me respondió con un poco de pena, quebrándosele la voz, que no lo operaron en aquella ocasión porque tanto el médico como sus hijos consideraron que Florián estaba muy anciano y que debido a su avanzada edad ya no era oportuno operarlo.

Recuerdo que me indigné, sentí un nudo en la garganta pues, consideré que privaron a un hombre activo dinámico, independiente y lúcido de gozar de la visión condenándolo a la ceguera, a limitar su vida y a convertirlo en una persona discapacitada. Si en ese entonces a sus 95 años era lúcido y activo, cómo sería 10 años menos.

El viejismo, “ageism” en inglés, término introducido por el gerontólogo norteamericano Robert Neil Butler en 1969 y que se refiere al prejuicio, que tiene la sociedad contra el proceso del envejecimiento.

Se dice que el viejismo comenzó con la revolución industrial o mejor dicho con la industrialización de la sociedad, pues antes de esta etapa, el anciano dedicado a la agricultura, la ganadería, artesanía, la docencia etc., no tenía problemas económicos grandes y era dentro de lo aceptable dueño de su tiempo y de su espacio y su experiencia era respetada pues su conocimiento y pericia se logró luego de muchos años de trabajo sostenido. Con la revolución industrial la experiencia paso a un segundo plano y lo que se necesitaba era de mano de obra barata y esta recayó en los jóvenes que iban a realizar actividades rutinarias, básicas y repetitivas, la máquina reemplazo al hombre pero sobretodo reemplazó la experiencia, se pasó a la producción en masa, en cantidad dejando a la calidad a un lado.

Desde el punto de vista médico, era un criterio de exclusión para ingresar a una unidad de cuidados intensivos, el solo hecho de ser anciano, lo descalificaba de ingresar a recibir terapia intensiva de soporte, con instrumental complejo, así como algunas intervenciones de gran complejidad como los trasplantes de órganos; hoy en día si nos damos una vuelta por las salas de emergencias, hospitalización o de cuidados intensivos de cualquier hospital general vamos a ver que están ocupadas en su mayoría por personas adultos mayores ya que esta concepción errada ha ido desapareciendo.

En medicina el criterio más importante, para una intervención médica, o quirúrgica más que la edad, es el grado de independencia funcional, es decir, la capacidad de la persona para valerse por sí misma, el ser independiente. Diariamente vemos a personas de más de 80 años que están en perfectas condiciones físicas mientras que hay personas de 60 con grados de dependencia extrema, muchos en hemodiálisis, amputados, o dependientes del oxígeno por varios motivos, dejando de ser independientes y funcionales sino personas discapacitadas.

Desde el punto de vista social, vivimos en una sociedad anti envejecimiento, en donde el anciano es mal visto, se le ve como una persona pasada de moda, e inútil. Esta sociedad mitifica a la juventud pero desde el punto de vista físico, orientándolo a la belleza externa y basta dar una mirada a la televisión, a los comerciales, a las novelas y ver como el anciano ocupa roles de segunda categoría. Podemos ver como muchas personas llegan a extremos, muchas veces hasta ridículos para conservar una “eterna juventud”, pero externa, sometiéndose a cirugías plásticas deformándoseles el rostro, la expresión, llegando finalmente a ser una caricatura de ellos mismos.

Nuestra sociedad está descuidando los valores y, los principios, ve lo exterior, es decir mira el continente y no el contenido, mira el envase y no el producto del envase.

Todo parte de casa, eduquemos a nuestros hijos para que crezcan en una sociedad que vuelva a valorar al adulto mayor como el sabio que siempre ha sido y que recupere su sitial en la sociedad que por miles de años ocupó siempre.

CARLOS SANDOVAL CÁCERES
Médico Geriatra / pachogeriatra@yahoo.es

La Conspiración del Silencio

Artículo publicado por el 15 de noviembre de 2015

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Hasta cuando es correcto ocultarle la información a un anciano

silencio

En más de una ocasión durante mi carrera, les he oído decir a los hijos de mis pacientes, para que no les diga la verdad de su diagnóstico, sobre todo cuando se trata de un diagnóstico no muy agradable como por ejemplo el caso de un cáncer. Entonces yo suelo preguntarles y por qué no desean que su padre o madre conozca su diagnóstico y ellos me responde para que no sufra.

VEAMOS LA HISTORIA
Maritza era mujer de 85 años que se dedicó al comercio, tenía un puesto en el mercado donde vendía frutas y verduras, fue muy dedicada a sus quehaceres diarios, madre de 5 hijos y abuela de 15 nietos, viuda desde los 40 años y no quiso volver a casarse otra vez, por lo que tuvo que trabajar duro para sacar adelante a sus 5 hijos que con el tiempo se hicieron profesionales. Maritza era muy querida y respetada no solo por su familia sino por toda la comunidad debido a que toda la vida fue una persona muy colaboradora y activa.

De repente notó que bajaba de peso, por lo que empezó a preocuparse tanto ella como sus hijos, por lo que acudieron al médico para que sea evaluada. El médico le indicó una serie de análisis de laboratorio como radiografías y tomografías. Luego de evaluarla se sospechó que Maritza presentaba un cáncer de estómago avanzado, por lo que fue referida al gastroenterólogo y al oncólogo. Los hijos de Maritza decidieron no contarle nada ni decirla la verdad sobre su diagnóstico.

Maritza sospechaba que algo andaba mal, pues veía que sus hijos y nietos lloraban en privado y en silencio, seguía bajando de peso y comenzó a hinchársele el abdomen presentando un cuadro de ascitis. Maritza preguntaba y sus hijos le decían que todo iba a salir bien y que no se preocupara por nada.

Los hijos habían conversado con el médico para que no le dijera la verdad del diagnóstico a su madre, situación que el médico se opuso al principio, pues les explicó que Maritza tenía el derecho de conocer su estado. Pero respetando la voluntad de los hijos y para no tener líos con ellos aceptó callar la verdad.

ADELGAZANDO MÁS
Maritza seguía cada vez adelgazando más y su estado general empeoraba, comenzó a presentar vómitos cada vez más frecuentes, producto de la quimioterapia que estaba recibiendo sin que ella lo supiese y aceptado. Les preguntaba a sus hijos sobre su estado y ellos continuaban mintiéndole que todo estaba bien y que no se preocupara. Finalmente Maritza entendió que lo suyo era grave y no había vuelta atrás, ella misma llamó a sus hermanos que vivían en provincias para contarles de su estado y despedirse de ellos. Los tíos le increparon a sus sobrinos que porqué no les habían contado nada, lo que llevó luego a un resentimiento por parte de ellos y un alejamiento familiar.

Al final Maritza falleció y a pesar que sus hijos no desearon decirle la verdad que ella ya sospechaba desde el inicio tuvo la oportunidad de arreglar algunos documentos y despedirse de sus seres queridos.

He visto a muchos pacientes angustiarse porque comienzan a bajar de peso, a presentar diarreas y dolores y no conocen su diagnóstico porque sus hijos han decidido no decírselos. Incluso comienzan el tratamiento para el cáncer con la quimioterapia, posteriormente comienzan a presentar los efectos colaterales de la quimioterapia que muchas veces son muy fuertes como caída del cabello, oscurecimiento de la piel, nauseas, vómitos, diarreas, trastornos del sueño y del ánimo. Y el paciente comienza a angustiarse doblemente, por un lado no sabe lo que tiene y por otro lado se da cuenta de que le aplican una medicación que le produce estragos (medicación que ellos no autorizaron).

Se conoce el término La conspiración del silencio cuando de manera implícita o explícita los hijos del paciente, su médico y equipo de salud por un lado conocen la enfermedad de su ser querido y desean ocultarle la verdad. También se asocian a “mentiras piadosas” en donde le ocultan el fallecimiento de un ser querido como un hermano o hermana, o de algún amigo o amiga.

NORMAS LEGALES.
Existe un principio fundamental en bioética que se llama Principio de Autonomía en donde la persona, ya no el anciano, sino la persona en general, tiene el derecho de conocer su enfermedad, el pronóstico de la misma y el tratamiento que va a recibir y las alternativas en caso de no poder recibir ese tratamiento (caso de operaciones), incluso está fundamentado en la Ley General de Salud actualmente vigente y la Ley del Adulto Mayor, es decir por Ley la persona humana y se incluye al adulto mayor tiene el derecho de la información de su enfermedad.

Muchas veces los hijos por una falsa idea de protección a su ser querido de que una mala noticia le va a producir un ataque o alguna situación grave deciden de manera arbitraria, no informales de su estado a la persona interesada. Lo mismo sucede cuando le ocultan al anciano el estado de enfermedad o la muerte de un ser querido, incluso les inventan cartas o llamadas cuando el familiar fallecido esta fuera de la ciudad, recuerdo el caso de una anciana que le escribía cartas a su hermana ya fallecida hacía más de cinco años y ella pensaba que vivía y se ilusionaba cuando recibía las cartas de respuesta de ella, situación que me pareció patética y amoral.

Por más dolorosa que sea la enfermedad que padezca nuestro paciente, tiene todo el derecho de conocer su enfermedad. Existen guías y protocolos para informar las malas noticias, el cual debe de darse progresivamente y no bruscamente, tal vez por etapas o de manera escalonada, para que el anciano vaya superando y asimilando poco a poco la noticia. El anciano tiene el derecho de conocer su enfermedad, su pronóstico y tratamiento para poder decidir qué tipo de tratamiento y cómo lo va a recibir, conocer las alternativas que exista en caso de no poder recibir el tratamiento de primera línea, a veces debido a su avanzada edad o a la presencia de alguna enfermedad crónica en estado avanzado el anciano no puede ser operado o no puede recibir quimioterapia.

EN SITUACIÓN DE INTERDICCIÓN
Salvo que nuestro paciente sufra de algún tipo de trastorno mental como el Alzheimer, cualquier otra demencia o enfermedad psiquiátrica tipo esquizofrenia, ahí si es lícito ocultarle la información al anciano, pues por un lado en unas horas se va a olvidar de la noticia y otro lado su estado mental de fondo le proporciona el derecho al familiar de ocultarle la información, ya que el anciano cuando presenta estas enfermedades demenciales podría estar en situación de interdicción y su curador decide por ella.

Los ancianos están más preparados para recibir este tipo de información mucho mejor de lo que uno puede imaginarse, pues muchos de sus contemporáneos amigos y familiares ya han fallecido y el anciano ve el proceso de la muerte como algo normal.

El ir al velorio o funeral de un amigo o un ser querido para despedirlo y honrarlo es un derecho que tampoco debemos de negarle a nuestro ser querido, en el fondo más va a sufrir no haber podido ir a despedirse de su ser querido que ocultarle la información.

CARLOS SANDOVAL CÁCERES
Médico Geriatra
(pachogeriatra@yahoo.es)

La penosa enfermedad del Alzheimer

Artículo publicado Por el 25 de octubre de 2015

http://diariouno.pe/2015/10/25/la-penosa-enfermedad-del-alzheimer/

A veces estresa y cansa a los familiares (Síndrome del cuidador) por eso se recomiendan estrategias para el apoyo y soporte familiar, que participen no solo un hijo o hija, sino que lo hagan todos, incluso nietos, nueras, yernos y sobrinos.

alzeimerEn más de una ocasión le he escuchado decir a más de uno de mis pacientes esta frase (“Me persigue un alemán) cuando se olvidan de alguna palabra, algún hecho reciente o simplemente cualquier recuerdo.

Mucha gente toma a esta expresión como chiste, broma o simplemente como un comentario muy superficial sin tomar en cuenta de que se trata de una de las enfermedades más terribles y devastadoras que le ha tocado vivir al ser humano, sobre todo en nuestros tiempos, que no solo le produce grandes problemas al enfermo que la padece sino también a sus seres queridos que lo rodean. Debido al aumento de la esperanza de vida en el mundo, cada día hay más ancianos por lo tanto existen más y más casos de ésta terrible enfermedad.

VEAMOS LA HISTORIA DE ROBERTO
Roberto era un abogado exitoso de 85 años, profesor universitario de gran trayectoria, gran lector de manera que era una persona muy culta e informada, aficionado a la historia y a la antropología, sus pasiones.

A los 65 años comenzó a presentar los primeros olvidos, se olvidaba generalmente de hechos recientes, como fechas, citas y a veces no le salían algunas palabras mientras conversaba o escribía. Debido a su gran cultura cuando no le salía una palabra usaba un sinónimo o una palabra relacionada y solucionaba momentáneamente su problema de memoria.

SE INTENSIFICÓ
Posteriormente el problema de la memoria se intensificó de manera que tanto su esposa como sus hijas notaron el problema. En una ocasión le reclamó a su hija mayor que por qué ya no lo llamaba ni lo visitaba, le dijo ya no lo quería y que lo tenía olvidado. El detalle fue que justo ese mismo día por la mañana su hija había estado con él desayunando en la casa. Comenzaron a preocuparse por el estado de su padre por lo que lo llevaron al médico.

El médico luego de examinarlo y evaluarlo, le pidió una serie de análisis de laboratorio, una tomografía de cerebro, y lo derivó al psicólogo para que le haga una evaluación neuropsicológica que consiste en una serie de pruebas y test mentales para descartar problemas de la cognición (memoria, orientación, cálculo, juicio, razonamiento, etc., que cuyo déficit nos lleva a la demencia), así como pruebas para descartar depresión o cualquier otro problema psicológico.

El informe arrojó que Roberto presentaba un cuadro de demencia tipo Alzheimer en su fase inicial, su médico le recomendó a su esposa que Roberto inicie un tratamiento para esta enfermedad, que consiste básicamente en terapias cognitivas para estimular a sus neuronas y la conexión que existe entre estas, le explicó así mismo que no existe un tratamiento farmacológico de eficacia comprobada pero que por lo menos al inicio de la enfermedad ayuda sobretodo en la memoria y en las actividades de la vida diaria.

MÁS DEPENDIENTE
Con el tiempo, Roberto comenzó cada vez a ser más dependiente, ya no solo se olvidaba de las cosas recientes sino también de las antiguas, dejó de usar adecuadamente algunos instrumentos como el tenedor, la rasuradora, incluso había que ayudarlo a vestirse.

Finalmente Roberto dejó de caminar, necesitaba ayuda para casi todas las cosas, incluso para alimentarlo, vestirlo, asearlo ya no reconocía ni siquiera a su esposa ni a sus hijas, usaba pañales, quedando confinado a su cama.

TE QUITA LA PERSONALIDAD
La enfermedad de Alzheimer no solo afecta la salud física y mental de quien la padece sino que compromete su situación civil como ciudadano, va a impedir que el enfermo pueda firmar cheques, acudir al banco, hacer compras mayores, delegar herencias, transferencias etc. Va a llegar el momento en que los hijos u algún otro familiar van a solicitar que se le declare al enfermo interdicto para poder hacerse cargo de sus cuentas, su sueldo y cualquier trámite que el enfermo no pueda realizar. Esto se logra a través de una Decreto Judicial que lo emite el juez y se le declarara interdicto a la persona y otra persona, a quien se llama curador que generalmente es el conyugue o un hijo quien se va a encargar de los trámites y derechos del enfermo, pues éste ya no lo puede hacer solo.

NO TIENE CURA NI REMEDIO
Lamentablemente esta enfermedad no tiene cura, ni remedio que lo trate, o que por lo menos detenga su avance, es una enfermedad progresiva que va aumentando en intensidad y cada vez compromete la salud de la persona. Se ha investigado mucho, cada día se conoce más de esta enfermedad, pero aún no se logra dar con el tratamiento, incluso se estudian posibles vacunas. Los únicos fármacos reconocidos y autorizados no curan ni detienen la enfermedad solo ayudan en sus fases iniciales para mejorar los síntomas tanto de la memoria como las habilidades para realizar las actividades de la vida diaria.

DAR MUCHO AMOR A QUIEN LO SUFRE
Esta enfermedad además de ser devastadora para el enfermo lo es también para la familia pues, la familia sufre mucho al ver que día a día su ser querido se deteriora cada vez más, se hace más dependiente, débil y deja de ser él mismo etc. Es una enfermedad ingrata pues a pesar del amor y cariño que los familiares le brinden al paciente, este no lo va a reconocer pues no se da cuenta y si se diera cuenta, lo va a olvidar inmediatamente.

A veces estresa y cansa a los familiares (Síndrome del cuidador) por eso se recomiendan estrategias para el apoyo y suporte familiar, que participen no solo un hijo o hija, sino que lo hagan todos, incluso nietos, nueras, yernos y sobrinos.

Solo nos queda darle amor a quien la padece pues esta persona cuando estuvo sano y fuerte nos dio amor, apoyo y comprensión cuando fuimos pequeños.

CARLOS SANDOVAL CÁCERES