Marcia de 88 años, siempre tuvo buen apetito, disfrutaba de la comida, y en especial compartirla con su familia y amistades. Siempre fue de contextura gruesa.
Últimamente su apetito ha disminuido y ya no desea comer como antes. Su hija acude a mi consulta preocupada por el apetito de su Madre. Luego de evaluarla y ver sus resultados de laboratorio. Todos en valores normales. Es normal que con el transcurrir de los años el apetito de las personas adultas mayores disminuya, debido a que el organismo ya no necesita tantas calorías pues la actividad física va disminuyendo. Si los valores de hemoglobina, albúmina, y colesterol están normales, no hay que preocuparse mucho.
Muchas veces el estrés de que nuestros padres no coman bien es por nosotros mismos. Nos estresamos cuando no comen y nos calmamos cuando comen.
Es normal que coman menos, con un buen desayuno y un almuerzo es lo ideal y por las noches con un té o un caldo es suficiente.
Archivo de la etiqueta: medicina huamana
El invierno y el adulto mayor
María de 91 vive en una casa de reposo, ya no es lúcida pero es muy jovial.
Acudí este mes para hacerle una visita, la encontré tranquila pero desabrigada con una camisa delgada. Al examinarla tenía la piel muy fría e incluso los dedos de los pies y manos morados.
Generalmente los adultos mayores son friolentos, pero otros tienen atrofiado el centro regulador del frío ubicado en el cerebro por lo que no suelen tener frio en invierno y pueden llegar a la hipotermia. Otros al estar postrados, no se mueven y no generan energía o sea no generan calor, aumentan la hipotermia y la piel se les pone fría a veces morada y están predispuestos a adquirir enfermedades respiratorias.
En esta época no es recomendable bañarlos todos los días, pero si asear las zonas que ocasionan sudor, abrigarlos pero sin excederse, evitar las bebidas frías, tener ventanas abiertas pero que no les caigan directamente al cuerpo y vacunarlos contra la influenza.