Virginia de 83 años, viuda, madre y abuela. Vive en una Casa de Reposo. El día de hoy se despertó más temprano que de costumbre, pues hoy no será un día cualquiera. Se ha programado la celebración por la Navidad. Este día vendrán su dos hija y sus 4 nietos a visitarla. Habrá fiesta, se tomará chocolate con panetón y se cantarán villancicos.
El 25 de diciembre se celebra la navidad, es una fiesta familiar en donde se recuerda el nacimiento de Jesús. Lamentablemente esta fecha de unión familiar se ha convertido en una fecha comercial en donde se hacen regalos caros, quitándole el verdadero significado de la Navidad.
Al adulto mayor, ya no le interesan los regalos caros. Al adulto mayor le interesa estar con su familia, que los visiten, que se les escuche y que puedan compartir y disfrutar con los suyos.
En nombre del Diario Trome y mío en particular les deseo a todos mis lectores una Feliz Navidad y en especial a todos los Adultos Mayores.
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Las Casas de Reposo. Segunda Parte
Debido a la gran cantidad de correos en donde, fue muy comentado, y donde se hicieron preguntas y críticas constructivas sobre el artículo de la semana pasada, hemos visto por conveniente hacer una segunda parte de este tema tan controversial, por lo tanto hablaremos sobre las casas de reposo, y la situación actual de las mismas en el Perú y de paso hacer algunas precisiones.
De acuerdo a la Ley 30490, “Ley de la persona adulta mayor”, promulgada el 20 de Junio del 2015 por el Presidente Ollanta Humala Tasso, según el artículo 2, se denomina adulto mayor a aquella persona por encima de los 60 años de edad.
El año 2010, el Ministerio de la Mujer y Desarrollo social MIMDES a través de la Resolución Ministerial 594 – 2010, edita la primera guía básica de Atención Integral para Personas Adultas Mayores en Centros Residenciales, denominándolas CARPAM Centro de Atención Residencial para Personas Adultas Mayores.
Luego el 12 de enero del 2012, el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social MIMDES cambia de nombre al de Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables MIMP.
Ese mismo año, en el 2012 se aprueba el Reglamento de Organización y Funciones de dicho Ministerio MIMP y se establece que dicho ministerio es la entidad del Estado que se encarga de la protección integral del Adulto Mayor en concordancia con la Política nacional y los acuerdos internacionales.
El nombre de CARPAM (los Centros de Atención Residenciales para Personas Adultas Mayores) nuevamente es modificado por el Decreto Supremo 004 – 2016 del MIMP al de “Centro de Atención para Personas Adultas Mayores” CEAPAM.
Debido a que estos nombres varían según el gobierno de turno, y nos confunden a los ciudadanos de a pie, continuaremos denominándolos Casas de Reposo para mejor entendimiento y dejaremos el nombre CEAPAM cuando tratemos de documentos oficiales.
Vimos en el artículo anterior que en la actualidad la gran mayoría de las Casas de Reposo son negocios familiares, que los realizan con fines de lucro totalmente legítimo, en donde ofrecen un producto y obtienen una ganancia. Que para obtener la licencia de funcionamiento el Ministerio de la Mujer debe de dar un visto bueno, luego la municipalidad del distrito da la licencia de funcionamiento (previo visto bueno de defensa civil).
La gran pregunta que me han realizado muchos de nuestros lectores es, ¿Qué pasa con las personas adultas mayores que no tienen los medios económicos para sufragar un casa de reposo privada?, que son las que precisamente existen en el país.
Para las personas de escasos recursos existe el Asilo Canevaro (Centro de Atención Residencial Geronto-Geriátrico Ignacia Rodulfo Vda. De Canevaro) que lo administra la Beneficencia Pública de Lima y que en la actualidad está lleno de huéspedes y por otro lado existen algunos centros regentados por religiosos, que en algunas situaciones cubren la totalidad de la estancia o parte de la misma, pero son muy pocos y a la vez se encuentran totalmente colapsados.
Suena duro expresarlo pero es la realidad, “para que ingrese un nuevo miembro debe de morir otro”.
Cuando se creó el Programa Vida Digna del Ministerio de la Mujer, para los Adultos mayores en situación de calle, se pensó que podría ser la solución al gran problema con los adultos mayores sin ningún tipo de recurso, pues según la Ley los Adultos Mayores deben de recibir protección del Estado, no solo casa, abrigo y comida sino velar por su dignidad. Y que precisamente es el Ministerio de la Mujer el encargado de ejecutarlo.
Como muchas veces sucede en nuestro país, el papel aguanta todo, y la realidad es otra.
La gran pregunta es: ¿Qué está haciendo el Estado con los adultos mayores abandonados, aquellos en situación de pobreza? Existe un documento internacional promulgado por la OEA, Organización de Estados Americanos, que es la Convención Interamericana sobre los Derechos Humanos de las Personas Adultas Mayores y que el Perú aun inexplicablemente aun no lo ha suscrito, habiéndose comprometido a hacerlo hace pocos años, quedó en promesa.
Espero que el Presidente Vizcarra firme esta Convención Internacional que va a beneficiar a los Adultos Mayores del Perú.
Las Casas de Reposo
Las Casas de Reposo
Un tema muy controversial
Antiguamente eran regentados por los sacerdotes y monjas, como un acto de caridad con el anciano desamparado, para aquellos que no tenían un techo donde dormir y ni un pan que llevarse a la boca, eran llamados “asilo de ancianos” (asilo del latín “asilos” que significa refugio), posteriormente fueron denominados hospicios, relacionados a los ancianos moribundos.
Conforme fueron progresando las sociedades, estos asilos dejaron de pertenecer a los curas y pasaron a formar parte del Estado y se denominaron “centros de beneficencia”.
De acuerdo a las Naciones Unidas “la Salud es un Derecho Humano inalienable y no negociable, al que todas las personas deberían de acceder” y por otra parte, los adultos mayores son considerados “población vulnerable”, por lo que requeriría del cuidado y protección tanto por el Estado como por la Sociedad, aunque en nuestra sociedad se observa todo lo contrario.
Actualmente se vive mucho más, aumentando dramáticamente el número de adultos mayores, muchos de ellos en situación de discapacidad o dependencia y por otro lado, las familias se han reducido en número, así mismo el rol de la mujer en la sociedad ha cambiado y ya no se queda en la casa a cuidar de los padres sino que tiene sus propios trabajos y profesiones.
De tal manera que al disminuir el número de hijos, al haber cambios en el rol de la mujer dentro de la sociedad y por otro lado el aumento de la esperanza de vida pero con un aumento de la enfermedad crónica, con ancianos con discapacidad o dependencia que requiere del cuidado permanente de otra persona, de tal manera que no pueden quedarse solos en casa, crea la necesidad de un lugar donde permanecer, surgiendo de una manera casi explosiva las casas de reposo o centros geriátricos.
En el Perú las casas de reposo son negocios familiares y como todo negocio el objetivo es obtener una ganancia económica. Existe en la actualidad una normativa por parte del Ministerio de la Mujer y Población Vulnerable (DECRETO SUPREMO Nº 009-2010-MIMDES) en donde dan una serie de Normas para el adecuado funcionamiento y la obtención de la licencia de funcionamiento de estos centros.
Las casas de reposo en la actualidad son un mal necesario, puesto que lo ideal es que el familiar adulto mayor viva y finalmente fallezca en su domicilio, las circunstancias en algunas situaciones obligan a llevar a nuestros familiares a estos centros privados. Lo ideal es contratar a un cuidador para que lo atienda en la casa mientras los hijos trabajan o viven fuera de la ciudad o en general tienen sus propios problemas. Por esa razón no debemos de juzgar a un hijo que lleva a su familiar a una casa de reposo, pues cada uno tiene sus propios problemas y estoy seguro que para haber tomado una decisión como ésta, lo han debido de pensar muchas veces.
Recomendaciones para elegir una casa de reposo
1. Que quede cerca al domicilio, para acudir de manea regular a visitar a nuestros familiares y por otro lado estar atentos a cualquier emergencia. Es un tabú creer que una casa fuera de la ciudad como en Chosica o Cieneguilla es mejor, para que le dé el sol; pues la lejanía hará que no vayamos a visitar a nuestros padres.
2. Que tenga licencia de funcionamiento, la formalidad en este tipo de instituciones privadas es fundamental. Se supone que para que el Estado le haya otorgado la licencia de funcionamiento, ha pasado un control de calidad, por el Ministerio de la Mujer, el municipio del distrito en donde queda ubicada y por Defensa Civil.
3. Que tenga un médico responsable, que no necesariamente esté de manera permanente todo el tiempo las 24 horas pero sí que conozca a los ancianos residentes.
4. Que cuente con una enfermera licenciada para la administración diaria de las medicinas.
5. Que haya limpieza y buena higiene.
6. Que cuente con personal interdisciplinario, terapeutas físico, ocupacionales, psicólogos, nutricionista etc.
7. Que tenga puertas abiertas para visitas, algunas casas de reposo no dejan que acudan a visitar a su paciente, argumentando que no es hora de visita.
8. Que cuente con personal empático con el adulto mayor.
9. Que ofrezcan una buena dieta balanceada.
10. Que sea asequible económicamente.
Bueno ahora me voy a visitar a mi tía Juanita y voy a llevarle un bizcocho a la casa de reposo.
Dr. Carlos Sandoval Cáceres
Médico Geriatra
Mitos y Leyendas sobre las Casas de Reposo
Artículo publicado en el Diario Uno el 2 de diciembre de 2014
http://diariouno.pe/2014/12/02/mitos-y-leyendas-sobre-las-casas-de-reposo/
En sus inicios eran lugares dirigidos por órdenes religiosas y básicamente eran lugares a donde iba gente sin hogar, menesterosos, sin familia a pasar los últimos días de su vida y básicamente viviendo de la caridad. Posteriormente las Casas de Reposo pasaron a formar parte del sistema de salud de la comunidad o del Estado creándose instituciones como La Beneficencia Pública de Lima, quienes actualmente regentan los asilos de ancianos.
También participan las ONG (Organismos No Gubernamentales), los municipios y continúan los religiosos prestando un servicio, generalmente orientado a ancianos pobres, desamparados y sin hogar. Pero en su gran mayoría, hoy en día las Casas de Reposo son negocios particulares o familiares con fines lucrativos como cualquier negocio que ofrece y presta un servicio a quien lo pueda pagar y las tarifas van a variar desde el distrito en donde se ubique, el tamaño de la habitación, etc. Se han tejido muchos Mitos y Leyendas sobre este tema de las Casas de Reposo, hoy en día es una necesidad, pues no hay quien vea por los padres en casa mientras los hijos trabajan o no están.
Dr. Carlos Sandoval Cáceres
Médico Geriatra
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