La Artrosis en el Adulto Mayor

Juan de 75 años, fue deportista y activo, luego de la jubilación se convirtió en sedentario y subió de peso. Acude a consulta por dolor en rodillas y espalda que no lo deja vivir tranquilo, lo limitaba. Juan padece Artrosis.
La Artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones, rodillas, cadera, columna. Ocurre porque el espacio articular entre dos huesos disminuye y prácticamente se pegan ambos huesos ocasionando dolor e inmovilidad.
Las células del cartílago no producen el lubricante que separa los huesos.
Es una enfermedad degenerativa y su tratamiento es sintomático. Primero bajar de peso y mantenerse activo, hacer ejercicio de pesas para mejorar la masa muscular. Para el dolor analgésicos y terapia física. Evitar los antiinflamatorios.
Puede funcionar la infiltración local y en casos extremos el reemplazo de la articulación.
Juan bajó de peso y hace ejercicios, toma analgésicos sólo cuando tiene dolor. Su vida ha mejorado.

Los Mareos en el Adulto Mayor

Adriana acude a mi consulta porque desde hace unos días presenta mareos asociados a nauseas especialmente por las mañanas cuando se despierta. Piensa que debe de tener el colesterol elevado. Luego de evaluarla y pedirle análisis Adriana tiene el colesterol normal. Pero se evidencia una cierta deformación a nivel de su columna cervical. Adriana tiene escoliosis.

La escoliosis es la deformación de la columna cervical y dorsal ocasionada generalmente por la artrosis, formado una pequeña deformación que conocemos como joroba.

Es un mito creer que los mareos se deben al colesterol elevado. La causa más frecuente de los mareos es la deformación de la columna cervical y dorsal por la artrosis.

Muchas veces este tipo de mareo es ocasionado por malas posturas, y contracturas a nivel del cuello y hombros.

Adriana recibió relajantes musculares, antiinflamatorios y terapia rehabilitación física para mejorar su postura. Ahora ya no presenta mareos.

La Depresión en el Adulto Mayor

Débora de 78 años, siempre había sido una mujer muy activa, disfrutaba de la vida y tenía buen carácter. Se reunía con sus amigas del colegio una vez al mes y lo disfrutaba mucho, se alistaba para acudir con varios días de anticipación.
De repente, su carácter cambió, no tenía ganas de hacer nada y no quería reunirse con sus amigas. Su hija la trajo a consulta para que le recete un tónico que le levante el ánimo.
Luego de la entrevista, e indicarle algunos exámenes de laboratorio, Débora no necesitaba ningún tónico, estaba sufriendo de depresión
La depresión es la enfermedad mental más frecuente en el adulto mayor y se caracteriza por un estado ánimo de tristeza y sobre todo de anhedonia, no tienen ganas de hacer nada. Muchas veces se cree que la depresión es normal en el envejecimiento y no lo es. Tiene tratamiento con terapias y medicinas.
Débora está recibiendo tratamiento, ha recuperado el ánimo y nuevamente se reúne con sus amigas.

El Pie Diabético en el Adulto Mayor

Julián de 63 años, era un paciente diabético irregular, es decir no tomaba las medicinas de manera regular como se las había indicado su médico, tampoco hacia dieta y era sedentario. En una ocasión pisó un vidrio, se le hizo una herida que no cicatrizaba. Acudió a consulta y tenía una gran herida en el pie y el dedo gordo estaba de un color un negro y con mal olor. Julián presentaba un pie diabético.
El pie diabético es una de las complicaciones a largo plazo que ocasiona la diabetes mellitus. Consiste en cualquier lesión o herida del pie en una persona diabética. Muchas veces el paciente poder perder algunos dedos o incluso todo el miembro inferior. El paciente diabético debe de tomar sus medicinas a tiempo, hacer la dieta y mantenerse activo. Lo ideal es la prevención, pero cuando se presenta, el tratamiento consiste en curaciones diarias y antibióticos.
Julián perdió el dedo pero salvó su pierna. Ahora es un paciente más disciplinado

El Accidente Cerebrovascular

Juan de 70 años era hipertenso irregular, es decir no tomaba de manera adecuada las medicinas de la presión arterial. Un mañana cuando estaba leyendo su periódico, de forma súbita dejó de sentir su brazo derecho y presentó dificultad para hablar. Fue a emergencia, y luego de ser evaluado e indicársele una tomografía de cerebro, detectaron que Juan había sufrido un Accidente Cerebrovascular.
Los Accidentes Cerebrovasculares se clasifican en Hemorrágicos e Infartos.
Dependiendo la extensión y la zona de comprometida dejan secuelas como parálisis, debilidad de algunas regiones del cuerpo o problemas del lenguaje como las afasias. El tratamiento básico es con terapia de rehabilitación. Pero lo mejor es la prevención de los factores de riesgo, mantener adecuados los valores de la presión arterial, la glucosa y el colesterol, así como mantener la actividad física.
Juan está recibiendo terapias y va mejorando mucho su movilidad y el lenguaje.