El viejismo

El prejuicio contra la vejez y todo lo relacionado a ella

Atendí a Florián, de 93 años, completamente lúcido, comunicativo, y muy agradable. Su apariencia era de unos 10 años menos. Su único problema, era ciego. Hace 10 años, le diagnosticaron cataratas en ambos ojos y no lo operaron porque consideraron que tenía mucha edad.
Se conoce como viejismo o edaismo a aquel prejuicio relacionado a todo lo que tenga que ver con la vejez. Es tan extendido que lo practican la sociedad, los servicios de salud y lo más anecdótico, los propios pacientes. A veces lo realizamos sin darnos cuenta. Antiguamente se excluían de las grandes operaciones a las personas solo por la edad, gracias a Dios esto ha cambiado y el criterio para operarlos es que pasen los riesgos cardiacos y estén en buenas condiciones para soportar la operación independientemente de la edad.
Que no sucedan casos como el de Florián que fue discriminado por la edad.
Seamos una sociedad más abierta y receptiva hacia el adulto mayor.

El Adulto Mayor y la lectura

Pedro jubilado de 70 años, nunca le gustó la lectura, ponía excusas a la hora de leer, “no tenía tiempo, estaba cansado o con algún dolor de cabeza”. Un día acudió a la Feria del Libro y vio como la gente, inclusive niños que iban con sus padres, compraban cantidades de libros y se animó por una novela ambientada en la edad media. Al inicio le era difícil concentrarse y llevar el ritmo de la lectura, poco a poco se dio cuenta de que disfrutaba leyendo, se sentía
transportado a otro lugar y a otra época. Desde esa vez nunca más dejó de leer, terminaba un libro y comenzaba otro; se inscribió a un club de lectores, intercambiaban y comentaban los libros que iban leyendo.
La lectura no sólo es un hobby que ayuda a pasar el tiempo, sino que es una herramienta muy útil para mantenerse activo mental y socialmente.
Imitemos a Pedro, la lectura es placentera, es una forma de culturizarse y nos protege del Alzheimer y de otras demencias.

Neumonía en el Adulto Mayor

Martín de 81 años, jubilado lúcido e independiente, le refiere a su hija que sentía malestar y decaimiento, luego comenzó a hablar incoherencias y finalmente se cayó al suelo. En ningún momento presentó fiebre ni tos.
Acudió a la consulta del geriatra quien luego de evaluarlo le diagnosticó neumonía, la hija algo incrédula con el diagnóstico lo llevó a la emergencia del hospital en donde fue reevaluado con análisis de sangre y rayos X de pulmones. El diagnóstico fue el mismo: neumonía.
En los adultos mayores existen las presentaciones atípicas de la enfermedad, en donde el cuadro clínico no corresponde con las clásicas manifestaciones de las enfermedades que se presentan en las personas más jóvenes. De ahí que en el adulto mayor una neumonía puede presentar al inicio trastornos de la conciencia y caídas sin fiebre y tos.
Estemos alerta ante cualquier cambio de conducta en un adulto mayor y no duden de llevarlo a su médico de cabecera o a la emergencia.

¿Por qué se llama Enfermedad de Alzheimer?

El año 1901 el neurólogo alemán Alois Alzheimer de 37 años, atendió a una paciente conocida como Augusta D de 51 años que padecía una enfermedad caracterizada por olvidos, trastornos de conducta y finalmente dependencia.
Luego de fallecer Augusta en 1904 el Dr. Alzheimer le realizó una autopsia y estudió su cerebro. Describió unas estructuras conocidas como corpúsculos neurofibrilares (neuronas enrolladas), dato fundamental en la actualidad para el diagnóstico de esta enfermedad.
Años después de presentar el caso en un Congreso de neurología en Viena, otro eminente neurólogo el Dr. Kraepelin propuso que esta enfermedad lleve el nombre del Dr. Alzheimer tal como se le conoce en la actualidad.
Desde 1904 a la fecha se ha avanzado mucho en el estudio de esta enfermedad pero aún no se conoce con exactitud la causa que la ocasiona ni el tratamiento para este mal. Los estudios continúan y se acercan poco a poco a la meta, para controlar esta terrible enfermedad.

El Adulto Mayor y el juego

Rosa estaba preocupada porque su madre, Lupe de 75 años, acudía regularmente al casino y tenía miedo de que esa actividad la lleve a una adicción como la ludopatía.
Lupe por su parte argumentaba que el casino la distraía pues paraba todo el día sola en su casa. En el casino conocía gente, se divertía y de paso podía ganar algún dinero.
Si uno se da una vuelta por los casinos de Lima y probablemente de cualquier lugar van a ver que están repletos pero sobretodo de personas adultas mayores. En lo particular pienso que si una persona tiene presupuestado el dinero que puede invertir y perder sin comprometer la
economía de su hogar puede hacerlo.
Así como Lupe muchos adultos mayores llevan sus 20 soles para pasar un buen rato en donde toman lonche, oyen música, conocen gente y sobretodo pueden ganar algún premio. Pues en sus casas se encuentran solos, aburridos y con predisposición a la depresión. Mientras no
llegue a la ludopatía se puede aceptar como una actividad social.

El invierno y el adulto mayor

María de 91 es una residente de una casa de reposo, ya no es lúcida pero es muy jovial. Acudí este mes de junio en pleno invierno y la encontré bien tranquila pero desabrigada solo con una camisa delgada. Al examinarla tenía la
piel muy fría e incluso los dedos de los pies y manos y los labios de la boca morados.
Generalmente los adultos mayores son friolentos, pero otros tienen atrofiado el centro termo regulador ubicado en el hipotálamo por lo que no suelen tener frio (en invierno) ni calor (en verano) de manera que podrían llegar a la hipertermia o hipotermia respectivamente. Otros al estar en situación de postración crónica, no se mueven y no generan energía o sea calor, aumentan la hipotermia y la piel se les pone fría a veces morada y están predispuestos a adquirir enfermedades respiratorias.
En esta época no es recomendable bañarlos todos los días, pero si asear las zonas que ocasionan sudor, abrigarlos bien sin excederse, evitar las bebidas frías, tener ventanas abiertas pero que no les caigan directamente al cuerpo y
vacunarlos contra la influenza.

EL ADULTO MAYOR Y EL FUTBOL

Julio de 81 años, está postrado en cama, tiene hemiplejia y afasia hace 3 años. De joven
practicó deportes, el futbol era su pasión, incluso jugó en las ligas de su provincia.
En la visita médica, lo encontré triste porque no podía ver La Copa América, el televisor
estaba en la sala y solo podía escucharlo por radio en su habitación . A lo lejos escuchaba los gritos de sus hijos o sobrinos cuando metían goles o hacían alguna falta. Recomendé a sus hijos que el partido final lo lleven a la sala y que lo vean todos juntos.
Ese día Julio estuvo radiante, alegre, disfrutó el partido, hizo barra, tomó medio vaso de
cerveza e incluso se le escapo una lisura.
Los adultos mayores no deberían de estar marginados en la casa recluidos en un cuarto
oscuro y sin estímulos, deben de participar de la mesa y reuniones con todos y disfrutar
los momentos felices en familia.

Las Fiestas Patrias de ahora ya no son como las de antes

Beto de 95 años y ex combatiente del conflicto del 41, reflexionaba en voz alta y decía “Las Fiestas Patrias de ahora ya no son como las de antes”, se sentía el patriotismo y era todo un gran acontecimiento, en los colegios realizaban desfiles, actuaciones, juegos florales y concurso de periódicos murales. En los barrios, festivales y retretas, la gente lucía orgullosamente sus escarapelas sobre el pecho de su traje nuevo, se iba en familia al tradicional circo y todos acudían a la parada militar en la Plaza de Armas de su pueblo.
Hoy esta práctica se está perdiendo, muchos aprovechan el feriado para irse de viaje y de juerga sin un mínimo de respeto por la fecha.
Honremos la memoria de nuestros próceres de la Independencia y de nuestros libertadores, que en varias batallas gloriosas nos dieron la independencia.
Seamos como Beto, vivamos con emoción nuestras Fiestas Patrias. Les deseo a todos los peruanos y en especial a los adultos mayores un Feliz 28 de Julio.

El Adulto Mayor y Las Mascotas

Rosa de 75 años, madre de una hija, quien vive en Brasil, conocía a sus nietas de 3 y 5 años por internet. Al verla triste, le pregunté por qué no viajaba a conocerlas, me respondió que no tenía con quien dejar a “Tadeo”, que ya estaba
anciano y no se fiaba de nadie. Me intrigué y le pregunté por Tadeo, dijo: “es mi perro que me acompaña 14 años”. Rosa pudo viajar a conocer a sus nietas cuando falleció Tadeo.
Una mascota llena el espacio vacío de un hogar y en el caso de los Adultos Mayores aún más, aportan compañía, ternura, cariño y de paso responsabilidad, rol que toman muy en serio. La mascota es un miembro de la familia, a quien hay que cuidar, vacunar, bañar, alimentar, querer y velar por su salud.
Recomiendo a la persona adulta mayor, si está dentro de sus posibilidades, tenga una mascota, que podría ser un perro, gato o un canario, pues no solo le alegrará su hogar sino que lo mantendrá activo física, mental y socialmente.

El Día del Campeón de la Casa

Mario quien luego de acompañar durante una penosa enfermedad a su mujerAmelia quien falleció de cáncer, quedó viudo a los 36 años, con 3 hijos. A pesar delo duro que significó trabajar y criar a sus hijos, Mario los sacó adelante, logrando que todos ellos llegaran a profesionales y construyeran sus propios hogares. Hoy es un abuelo de 8 nietos y bisabuelo de 2 pequeños. Este tercer domingo de junio, lo celebraran en familia, pues Mario es el centro de la familia a quien todos quieren, admiran y respetan.
El Día del Padre, quedó instituido en EEUU en 1996 y desde esa fecha se celebra casi en toda América, la idea surgió en 1910 gracias a la estadounidense Sonora Smart Dodd quien quiso homenajear a su padre, un veterano de la guerra civil que había enviudado con cinco hijos a quienes sacó adelante.
Deseo desde el fondo de mi corazón, rendir un homenaje y tributo a todos los padres peruanos trabajadores que luchan por su familia y en particular a los padres adultos mayores.