Discriminación al Adulto Mayor

NO PERMITAMOS NINGÚN TIPO DE DISCRIMINACIÓN

Juan de 60 años, trabajó muchos años como mecánico en una gran empresa de transporte público, que se fue a la quiebra. Postuló a un taller de mecánica mucho más pequeño, el día del examen de selección, vio algunas miradas burlonas y risueñas de algunos postulantes jóvenes que acudían bien vestidos con sus diplomas universitarios, no les hizo caso. Cuando llegó el examen práctico ninguno de los jóvenes pudo resolverlo mientras que Juan lo hizo sin ningún esfuerzo.

El artículo 2° de la Constitución Política del Perú 1993 menciona que la persona tiene derecho a la igualdad ante la Ley, sin ser discriminado por ningún motivo, incluida la “edad”.

Lo aprendido por Juan durante una vida entera de trabajo, no lo enseña ninguna universidad, sino que se aprende a través de la experiencia de toda una vida.

Seamos empáticos y respetuosos y nunca discriminemos a nadie, ni por edad, sexo, ideas políticas o situación económica. Todos merecemos respeto.

Telemedicina en tiempos de Covid

Lila de 80 años, diabética, hipertensa y con artrosis, iba todos los meses a la consulta médica a conversar con su médico geriatra, decía que con solo mirarlo se sentía mejor.   Se mantenía estable y prácticamente iba por sus medicinas.

Con la pandemia del Covid 19, no hay consulta externa y Lila no puede ir por su medicina, ahora tiene que comprarla; su presión y la glucosa se han elevado y lo peor: los dolores de rodilla han reaparecido.

Desde hace unos años, el MINSA ha implementado un programa de teleasistencia y con la pandemia se ha reforzado la telemedicina.

No es la clásica consulta médica tradicional, en donde se puede auscultar al enfermo, no deja de ser una herramienta útil y valiosa, en donde se puede escuchar, diagnosticar, recomendar e incluso recetar los medicamentos.

La telemedicina ha aparecido para quedarse. Lila recibe su cita a distancia, no perdamos la oportunidad de tener una consulta médica oportuna y de calidad.